Ha pasado un año desde que los padres de Keith murieron. Shiro, su mejor amigo de infancia y de quien secretamente Keith está enamorado, en un intento desesperado y como última opción para sacarlo de su depresión lo invita a vivir a California junto...
NOTA DEL ESCRITOR: La canción que se encuentra en la portada es la que utilice para estar un poco más en ambiente, no es forzoso que la escuchen, solo es la recomendación músical de costumbre (: Aviso que estan presentes cantantes con habla latina y como a muchos no les gusta, lo dejo claro.
El trazo toca levemente la humillación hacia la comunidad LGBT+, toca la burla tóxica hacia el suicidio, y violencia. Si eres sensible a este tipo de temas entonces pasa de este fragmento, por favor.
Y recuerden, nunca tomen decisiones bajo la influencia del odio/rencor/alcohol/drogas. La venganza nunca es la solución.
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¿Tienes idea de todo lo que he estado haciendo durante este último mes?, ¿si quiera sabes que ha pasado un mes desde aquello? Honestamente lo dudo, te la has pasado de bar en bar, de motel en motel, alcoholizándote e incluso drogándote, ¿qué cómo sé eso? Bueno, es una historia un tanto curiosa en realidad.
Una madrugada yo simplemente me desperté con esto, ¿sabes? Esa sensación de tener las respuestas a todo lo que había estado buscando, a ese empoderamiento... o quizá perdida de sentido común, como tú hijo lo llama. Sea lo que sea, me despertó con esa fuerza inquebrantable, esa sed y coraje que tanto me hacía falta. Fue entonces que decidí buscarte, ¿te sorprende?, ¿pensaste que hacías bien tu trabajo? Vamos, ¿olvidas con quien hablas? El chico rebelde del que tanto te la pasabas quejándote, con malas amistades y vida en la calle, ¿pensaste que incluso de ese chico te escaparías? Solo bastó con salir de casa y buscarte con ayuda de mis malas amistades, he perdido la cuenta de los días que han pasado, pero sé que han sido varios.
Y aquí estoy, caminando por la avenida que lleva hasta el motel donde estás hospedándote, o más bien, ocultándote. Ni siquiera fue necesario decir nada, era suficiente con subir las escaleras hasta la segunda planta del edificio y buscar la habitación 802.
Introduje la llave que consiguieron para mí y abrí la puerta, tú estabas ahí echado sobre la cama cuando pegaste un brinco para verme, la mujer con la que estabas durmiendo se aferró a las sabanas aterrada.
—Lárgate —Hice una señal con mi cabeza, apuntando hacia la salida y eso fue suficiente para que ella tomara su ropa y saliese disparada de la habitación.
—¿Qué mierda crees que estás haciendo? —preguntaste con tu típica y asquerosa voz ronca. A pesar de todo, siempre me preguntaré como es que él puede ser tu hijo siendo tú el animal que eres.
Caminé unos cuantos pasos, aún con las manos en el interior de mi campera húmeda y el gorro puesto, ignorando las pequeñas gotas de lluvia que caían de mi flequillo. Al verme avanzar te levantaste con la ropa interior puesta, en guardia—. Lo sabes.
