XXVII

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—Ángel ¿Ese es su nombre?

—Sí, se llama así.

—Es un nombre hermoso, va con ella, con su carita —sonrió, emocionado.

—Sí, debes irte Cruz.

—Te demostraré que he cambiado, que lo único que me importa, es mi hija.

—Está bien, pero vete ahora.

Asintió con la cabeza, y tomó la manito de la bebé por última vez, antes de marcharse. Noelia se apresuró a cerrar la puerta y colocarle cerrojo.

Miró a su hija, y se fue a su habitación. No quería ser egoísta ni cruel con Cruz, pero no se podía confiar de él. Había salido de la cárcel, y si ya era violento antes ¿Quién le aseguraba que ahora no?

***

Observó su nuevo hogar, un pequeño departamento cerca del centro, y respiró profundo, intentando mantenerse positivo. Su vida volvía a comenzar una vez más, y ésta vez, quería hacerlo bien.

Era un monoambiente con un baño, y una ventana que daba a un pequeño balcón, dónde había una especie de lavadero. Para alguien solo como él, era más que suficiente.

Lo difícil ahora sería conseguir un empleo, especialmente luego de haber salido de prisión. Tal vez podría contactar con alguno de sus antiguos fieles, y buscar que alguien lo ayudara.

Miró el lugar, y fue a abrir la ventana, tenía que ponerse a limpiar y ordenar todo.

***

Natalia tenía en sus brazos a Ángel, haciéndola jugar mientras le daba de comer. Era la única forma de distraer a la niña para que quisiera comer.

—Cruz salió de prisión.

La castaña dejó el peluche en forma de jirafa, y miró aturdida a Noelia.

—¿Qué? ¿Cómo que salió de prisión? ¿No era que iba a estar dos años?

—Sí, pero le dieron libertad condicional, y vino aquí, a conocer a Angy.

—Ay Noe ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a dejar que ese tipo esté cerca de la bebé? Podría ser peligroso.

—Lo sé, por eso no lo quiero cerca de mi hija. Pero tampoco lo puedo alejar de la niña sin pruebas, y no quiero arriesgarme a que eso ocurra.

—¿Entonces que harás?

—Él conoce ésta casa... Pero no la de mis padres.

—Noe ¿En serio volverías a la casa de tus padres? Hace años no hablas con ellos.

—Es lo único en lo que pensé hasta ahora. Sólo sé que Cruz no puede estar cerca de ella.

—No sé hasta qué punto sea bueno que la alejes de su padre.

—Nati, es un violento, un drogadicto ¿Quién me asegura que no volverá a recaer en esa mierda? Todos los presos cuando salen, te dicen que han cambiado, que no lo volverán a hacer. Y en la primera oportunidad, están encerrados otra vez. No quiero eso para Ángel. Cuando decidí tenerla, juré que haría todo lo mejor para ella. Y en este momento, que esté lejos de Cruz es lo mejor.

***

—Hola señor ¿Puedo ayudarlo en algo? —preguntó amablemente una joven vendedora de ropa para bebés.

—Sí, yo quería comprar ropa para mi hija.

—¿Qué tipo de ropa estaba buscando?

—La verdad que no lo sé —sonrió incómodo—. Es mi primera hija, y nunca antes había hecho esto.

—Oh, de acuerdo —sonrió—. Le mostraré algunas batitas, camisetitas, bodys, y usted me va diciendo que le parece ¿De acuerdo?

—Sí, gracias.

—¿Qué edad tiene su bebé?

—Unos ocho meses —sonrió cálidamente.

...

Perdón por actualizar tan tarde 💔😢

La meretriz: Noelia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora