La meretriz: Noelia (Libro 1)

XV

Habían ido de paseo a una ciudad a casi tres horas de la suya, para poder pasear más "a gusto". Y Noelia no era estúpida, ni había que ser un genio, para saber qué Cruz lo hacía para que no se enterara su mujer.

En la plazoleta donde estaban caminando, le había comprado una rosa a un muchacho que pasaba vendiendo, haciendo reír bajo a la morena por su gesto. ¿A caso estaba intentando conquistarla o algo así?

La tarde estaba fresca, era invierno después de todo, pero las calles estaban muy concurridas. Al parecer, ni el frío detenía a los turistas en vacaciones.

—¿Hace cuánto se conocen con Marta?

Cruz la miró confundido, debido a la pregunta repentina de ella.

—Hace unos ochos años, yo estaba en un centro de rehabilitación, y ella estaba allí con un grupo de predicadores, trayendo las buenas nuevas de Dios.

—¿Rehabilitación de qué?

—Drogas.

—Eras un adicto.

—Sí, lo era... Pero con ayuda logré dejar aquello en mi pasado. Llevó ocho años limpio.

—¿Te costó mucho?

—Al principio sí, después de conocer a Marta, fue más llevadero.

—¿Qué te enamoró de ella?

—Em... Supongo que fuera tan amable y atenta conmigo. Nunca nadie lo había sido antes, y me sentí querido. Marta estaba divorciada en ese momento, llevaba seis años de soltera, y supongo que la compañía que nos hacíamos ambos, nos hizo sentir bien.

—Se casaron hace casi tres meses ¿Por qué? ¿Cuándo comenzaron su relación?

—Hace siete años, pero Marta no quería casarse conmigo. Ella creía que yo necesitaba a alguien más joven. La edad siempre fue un complejo en nuestra relación, especialmente porque ella quería hijos.

—¿Y quién tuvo problemas que no pudieron concebirlo?

—En seis años de intentarlo, pasamos por ocho abortos. Seis naturales, y dos... Los médicos consideraron que era lo mejor, ya que no eran viables para la vida. Ella quería continuar, pero nos dijeron que si se arriesgaba a hacerlo, su cuerpo se encargaría de eliminarlos. O no vivirían mucho luego de nacer.

—Lo siento —le dijo en un tono bajo, incómodo.

—Desde entonces, hemos tenido problemas en la cama. Ella ya no quiere hacerlo, siempre encuentra una forma de evitarlo. Creí que si nos casábamos, nuestra relación tendría futuro, pero creo que lo único que nos une ahora, es el recuerdo del cariño que nos teníamos.

—¿Tú querías ser padre?

—Al principio sí, me emocionaba tener mi familia, un hijo con ella. Pero después de los dos primeros abortos, el fervor por conseguirlo, fue desapareciendo.

—Ella ya es grande ahora, creo que buscar un bebé sería mucho más riesgoso que antes ¿Por qué no adoptan? Hay miles de niños que buscan padres, tener una familia.

—Sí, fue una opción también, pero es tanto el tiempo que te lleva hacer los trámites, que terminamos desistiendo a la idea de ser padres.

—Creo que tú eres joven también, es decir, no llegas a los cuarenta. Deberías fijarte si ella realmente es lo mejor para tu vida. Porque si la estás engañando conmigo, dudo que la sigas amando.

...

¿Saben que es lo malo de seguir a mis lectoras más queridas? Ver su engaño 💔😢 Sayla es una escritora muy celosa 💔😭😭

Comienzo a creer que la historia ya no es atrayente :/ (momentos críticos para Sayla...)