Prefacio

18.9K 813 59
                                    

Me paro frente a James con determinación.

Este es tu momento Eva Jones-me digo para motivarme- Necesito ser la jugadora esta vez, necesito tener fe. Él nos sostuvo antes, él tuvo fe en nosotros así que ahora necesito tener fe por los dos.

-Elígeme a mí, James, se que quieres hacerlo. Siempre fui yo, solo yo, lo sé porqué no hay nadie más para mí que tú. Siempre fuiste tú, siempre serás solo tú.

Guardo silencio un momento.

-Intente seguir adelante pero no pude, no quiero. No eres solo alguien con quién salí y tuve sexo, eres mi mejor amigo, mi alma gemela, mi familia. No puedo simplemente olvidarte y seguir adelante. Tú tampoco puedes, sé que estas sufriendo tanto porqué te conozco. Sé que quieres elegirme y también sé que tienes miedo hacerlo pero por favor deja el miedo a un lado. Quiero que me elijas, no a ella, no a alguien más a mí. Es egoísta y esta mal que te lo pida pero no me importa, el amor te vuelve irracional y yo ya estoy cansada de luchar contra estos sentimientos. Te amo, te he amado desde aquel atardecer en Hawái y tal vez desde antes pero fue en ese momento que me di cuenta que te amaba.

Él no dice nada.

-Por favor, di algo.

Sus ojos azules me observan, analiza mi rostro como si quisiera guardarlo en su memoria. Lo veo retroceder un paso y luego otro. Esta solo a centímetros de mí pero lo siento a millas de distancia, jamás lo sentí tan lejos de mí y me duele.

-No-me dice él.

Sus palabras se clavan como dagas en mi pecho.

-Estoy con Amanda ahora, ella... ella no es una segunda opción, no es un premio de consolación. Me pediste que siguiera adelante y así lo hice, Eva, seguí adelante.

Los puñales se retuercen con más fuerza dentro de mí.

-Por favor...

-Lo siento, Eva, la elijo a ella.

Y entonces todo se desmorona. La herida empieza a sangrar, el aire me falta y el dolor se apodera no solo de mi corazón, el dolor invade todo mi cuerpo. Todo duele.

-Eva, siempre seremos amigos, siempre estaré para ti.

Puedo sentir el dolor en su voz, sé que le duele lastimarme así. No me atrevo a mirarlo a los ojos, no soy tan fuerte, no en este momento.

-Te perdí, perdí mi oportunidad. Lo entiendo, tengo que aprender a lidiar con las consecuencias de las decisiones que tome.

Yo también retrocedo unos pasos dispuesta a girarme y alejarme para poder sufrir y llorar tranquila. Pero él me sujeta del brazo y me detiene.

-Lo último que quiero es lastimarte.

Me suelto de su agarre con cuidado de no mirarlo a los ojos.

-Estaré bien, James.

Necesito irme ahora, no puedo llorar frente a él. Antes tal vez no me hubiera importado pero ahora a pesar de lo que él dice ya no somos lo que éramos. Le dedicó una media sonrisa antes de alejarme y prácticamente salir corriendo de su apartamento. Corro hasta el ascensor y de ahí corro hasta llegar a mi auto. Manejo despacio hasta llegar a mi apartamento y en la soledad de mi apartamento a penas cierro la puerta las primeras lágrimas empiezan a resbalar por mis mejillas. Me deslizó por la puerta hasta llegar al suelo y lloro, ahora si me permito llorar, ya no hay necesidad de ocultar mi dolor.

-Debí ser más valiente, tenía que haber luchado por los dos y ahora lo perdí.

Yo si quería pasar toda mi vida con él pero tenía miedo, estaba aterrada que si las cosas no funcionaban nuestra amistad se acabaría y lo irónico es que fue mi miedo el que acabó con todo. Pero ahora eso ya no importa porqué él la eligió a ella y no lo culpo, ahora él bailará blues con ella en mitad de la sala sin ningún motivo especial, verán el atardecer y tomarán una copa de vino.

-Yo quería envejecer a tu lado James, en serio quería estar contigo pero ya es tarde, ya te perdí.

A veces no hay finales felices, solo un final...

Si existe duda, viste de Rojo ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora