Si existe duda, viste de Rojo ✔

Los recuerdos en la sombra

"Cuando nuestras miradas se cruzan me siento alegre y solo; alegre porque un día estuvimos juntos, solo porque ya no es así"

El frío de la noche acaricia mis mejillas y me hace sonreír. Todo esta silencioso a mi alrededor, tranquilo y siento paz un momento. Siempre me ha gustado estar sola en la madrugada, siento que me ayuda aclarar mis pensamientos. Tomo mi ukelele y empiezo a deslizar mis dedos por las cuerdas mientras canto somewhere only we know. Canto y observo las estrellas en el cielo, pienso en Lena y lo mucho que amaba mirar las estrellas y decir las constelaciones. Ella se sabia todas las constelaciones, amaba la estrellas y ahora ella es una. Pienso en mi bebé que nunca llegó a nacer, jamás logré sentirlo patear, la dicha de tenerlo fue muy corta y el dolor por haberlo perdido aún me quita el sueño algunas noches. Aún hay noches donde me quedo dormida mirando aquella ecografía, esa ecografía es lo único que me dice que todo aquello fue real. Que la imagen que tengo en mi cabeza donde estamos James y yo sentados en el sofá de su casa mirando la ecografía y hablando sobre la casa que íbamos a comprar para empezar nuestra vida juntos, es real. Porque ahora muchas cosas no se sienten reales, se sienten como un mal sueño. A veces me refugio en mis recuerdos cuando la realidad me empieza asfixiar pero con el tiempo aquellos recuerdos ya no fueron suficientes porque al ver todo lo que pasaba a mi alrededor incluso llegué a creer que nada de eso pasó. Pero ahora todo es más fácil, incluso recordar.

-¿Qué haces aquí?

Su voz me hace sobresaltar y mis dedos se congelan sobre las cuerdas un momento pero logro recobrar la compostura y sigo moviendo mis dedos por las cuerdas del ukelele.

-Quería un momento a solas.

Él parece ignorar mis palabras y se sienta cerca de donde yo estoy pero guardando una distancia prudente.

Es la primera vez que estamos solos los dos desde que yo regresé de mi "retiro espiritual". Es extraño estar así, cuando me fui creí que no podríamos volver a vernos sin querer arrancarnos la cabeza, pero ya no esta el enojo que sentíamos en ese momento ¿Qué hay ahora?

-Así que fuiste a un retiro espiritual-me dice él. Veo que trata de ir por un tema seguro, nada que sea muy personal o difícil de responder. Yo puedo manejar la pregunta del retiro.

Asiento con la cabeza y empiezo a tocar otra suave música, el sonríe cuando reconoce aquella música que toque para él en mi último cumpleaños a su lado.

-¿Qué tal fue?-me pregunta él-¿Cómo estuvo aquel retiro?

Una duda empieza a bailar en mi interior, tal vez ahora que el enojo no está él me pueda mirar de nuevo y ver si miento. Tal vez y me vea a mí otra vez en lugar de a quién espera que sea.

-Bien-me limitó a responder.

Él sonríe y hay algo en la forma en que me mira que me hace sonreír. Él me esta mirando, no mira a través de mí como antes, no, él realmente me esta mirando a mí y parece feliz con lo que ve.

-Vamos, Eva, cuéntame sobre ese viaje-me dice él en un tono muy animado.

Me muerdo el labio. Pero no hay mucho que contar sobre ese viaje espiritual en parte porque no fui a ninguno. Bueno, fui pero solo duré dos semanas ahí y después me fui a viajar y disfrutar la vida, sané a mi manera.

-¿Tienes algunas fotos del viaje?

Mierda. Si tengo fotos de mi viaje pero en nada se comparan a lo que él quiere ver. Así que utilizo mi mente y pienso en algo para distraerlo de querer ver las fotos. Porque dudo que en su idea de aquellas fotos este el verme bebiendo tequila del torso desnudo de un modelo en un yate. Esa fue una buena fiesta.