La última vez que hable con él fue el día después del cumpleaños número cuatro de los mellizos. La última vez que lo vi por vídeo llamada fue unos ocho días antes que eso y la última vez que lo vi cara a cara, hable con él y lo abracé, fue el día de mi boda hace diecisiete años. Benjamín siempre ha sido una persona importante para mí, lo amo, ¿Cómo no podría amarlo? Me dolió mucho cuando lo llame para contarle sobre mi nuevo embarazo y lo nerviosa que estaba cuando quede embarazada de Milo, tenía treinta y seis años y era un embarazo delicado, él no contesto. Poco tiempo después aquel número salió fuera de servicio. Le escribí todos los días por un mes, después le escribí una vez a la semana y cuando él siguió sin responder dejé de escribir. Tal vez él solo necesitaba tiempo, llame a Marcus un biólogo que siempre viaja con él, lo conozco muy bien y él me dijo que Benjamín estaba bien. Pero yo quería verlo, quería a mi amigo, así que le dije a Marcus que hable con él y que le diga que hable conmigo ya que Marcus se rehusó a decirme donde estaba.
Cuando los mellizos cumplieron doce años yo seguía sin saber nada sobre él. Benjamín aún me seguía enviando rosas azules en mi cumpleaños y un ramo de gardenias en Navidad, en ambas ocasiones me mandaba cartas pero yo dejé de abrirlas. Me dije que leería aquellas cartas cuando él hable conmigo. Sé supone que yo podía llamarlo si tenia un mal día y él atendería sin importar la hora, sin importar nada y ahora ni siquiera respondía mis mensajes. Era extraño en él porque Benjamín siempre cumplía sus promesas. Él no hacía promesas que no podía cumplir. Marcus era la única forma que tenía de saber de él. Marcus calmaba mi ansiedad y me decía que él estaba bien, que Benjamín me llamaría cuando sienta que es el momento. En el cumpleaños número doce de los mellizos cuando ya todos estaban dormidos en las cabañas. Salí y contemple el cielo de Quebec. Mire las estrellas y observe la constelación de Orión, la favorita de Benjamín. Le gusta porque puede ser observada desde cualquier parte ya que se encuentra en el Ecuador celeste. Orión es una de las constelaciones más grandes y brillantes. Esa también era la constelación favorita de la mamá de Benjamín. Recuerdo que él me contó que su mamá tenía una gata a la que le puso Bellatrix, que es una estrella de la constelación de Orión. Recuerdo que una vez yo le enseñé las constelaciones. Él obviamente ya las sabía pero me dejó explicarle cada constelación que vi en ese momento. Teníamos solo dos meses de estar en una relación casual cuando lo desperté en la madrugada para que vea las constelaciones. Cualquier otro se hubiera enojado por despertarlo y hacerlo salir en aquella fría noche a ver puntos en el cielo. Pero él no, porque Benjamín entendía la belleza de aquellos puntos en el cielo, él entendía y disfrutaba tanto como yo al verlas.
Para la Navidad de ese año al ver sus flores en la mesa de mi casa pensé que ya había tenido suficiente. No sabía porque dejó de hablarme, creí que sería algo de un año o tal vez dos. Jamás habíamos estado tanto tiempo sin hablarnos y la comunicación por cartas no era suficiente. Yo quería a mi amigo, lo necesitaba y estaba muy segura que él también necesitaba a mí. Tome mis documentos y salí camino Australia donde sabía que Marcus estaba, si Marcus estaba ahí lo más seguro es que Benjamín también. James quiso acompañarme aunque yo le dije que no era necesario. Yo podía manejar esta situación. James y yo casi no hablamos durante el vuelo, yo estaba tratando de tranquilizar mis emociones. Desde que me convertí en madre de Ángela mis emociones se volvieron más intensas y me volví más emotiva. Algo a lo que me costo mucho adaptarme y aún hay días o momentos como este que aún me cuesta adaptarme.
Llegamos Australia y James insistió en que descansará un poco pero yo no quise hacerlo. Estaba tan cerca de ver a Benjamín después de tanto tiempo y no podía pensar en descansar, solo quería ir a verlo y decirle que estoy aquí para él. Fuimos enseguida a la Universidad donde trabaja Marcus y él se sorprendió al verme.
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Si existe duda, viste de Rojo ✔
Roman d'amourEmpezar una relación con quién ha sido su mejor amigo por casi seis años parecía algo perfecto para Eva, pero su felices para siempre con James nunca fue real, porque su felicidad tenía los días contados. Ahora James es feliz con alguien más y Eva...