El adiós equivocado

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"No le temo a tu despedida: le temo a la desolación que inunda mi alma al saber que no he de perderme en tus ojos o fundirme en tu piel nunca más"

Dallas guarda silencio y trae una taza más de café. Es tarde y ella ya debería estar en su apartamento con Apolo, en lugar de estar aquí conmigo, dándome su hombro para llorar. Le digo que debería ir con Apolo y ella me recuerda todas las veces que yo me quede a su lado consolándola. Me habla sobre como ayude Apolo a organizar todo para que ambos estén juntos. Dallas es una muy buena amiga, ella al igual que todos, creían que James y yo íbamos a durar toda la vida.

-No creía en el cielo o en el infierno ¿Sabes? Yo no creía en nada de eso, hasta que lo bese, hasta que hice el amor con él y en sus brazos llegue al paraíso. Me sentía en el paraíso a su lado, nunca se lo dije, creo que debí decirle, bueno ya no importa. Ahora que él no está conmigo sé lo que es el infierno y solo quiero volver al paraíso pero no se puede. Yo le di el fruto prohibido, él decidió morderlo, el fruto se pudrió y ya no hay nada que se pueda hacer.

Bebo un pequeño sorbo de la taza de café que Dallas me ofrece. Ella se sienta a mi lado y analiza lo que acabo de decir.

-Yo solo quiero dejar de sentir que me quemo por dentro cada vez que pienso en él o lo veo.

Nunca debí suponer que él estaría esperando por mí, jamás debí tener esperanza ¿Porqué lo hice? ¿Porqué creí que él me esperaría? Tal vez porque es lo que yo hubiera hecho, yo hubiera esperado por él. No importa cuanto, yo habría esperado. Si James me hubiera dicho que esperara diez años, lo hubiera hecho, esperaría diez, veinte, cuarenta o toda la vida por un momento más como aquellos que tuvimos hace tiempo. Aquellos momentos donde creíamos que todo sería perfecto. Una parte de mí, creía que él sabía que yo iba a regresar, que eventualmente volvería a él porqué es la persona más importante para mí. Él debía saberlo porque no hay nadie que me conozca mejor que él. Pero de un momento a otro, no solo me dejó de conocer, también me dejó de querer ¿Cómo lo hizo? A veces siento ganas de preguntarle eso.

-En serio, Eva, que se joda James.

No puedo evitar mirar algo sorprendida a Dallas ella no suele utilizar ese tipo de palabras.

-Si, me escuchaste bien, que se joda. Mira me cae bien, Amanda, es buena persona y divertida pero desearía que se fuera.

-No tengo el poder de hacer que se vaya, Dallas. Ella hace feliz a James y yo no quiero que él sea infeliz.

-Así que sacrificas tu felicidad por él.

Ella no me pregunta, lo afirma con desagrado y veo la desaprobación en sus ojos.

-No es eso lo que uno hace cuando ama a alguien.

-Díselo a James, al parecer se olvido no solo que eras su mejor amiga, si no que eras el amor se su vida.

Dallas es demasiado brusca al decirme aquello y entiendo que lo hace por el enojo. Usualmente ella no es así.

-Dallas...

-No, Dallas, nada. No voy a quedarme aquí y ver como te sacrificas estúpidamente por alguien que solo está tratando de castigarte por haberlo dejado.

-Él no esta haciendo eso.

-Lo hace, Eva. Te pasea su felicidad en la cara cuando es obvio que tú sufres.

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