Capítulo cuatro.

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 Capitulo dedicado a : @Aridaybelieve @PDCSantaMarta  @lulylovesyou 

''Ya deja de mentirte a ti misma. No estás bien y lo sabes.''

Cerré la puerta suavemente, apoyando sólo las yemas de mis finos y alargados dedos. Di media vuelta, mirando a Sebastián, él solo saludaba y tomaba asiento. Me dirigí hacia la cocina, donde se encontraba mí madre.

–¿Te ayudo en algo? –Pregunté, amablemente, cómo siempre. No podía ser falta de respeto con ella, le tenía miedo.

–No, gracias. –Dijo triste, y por primera vez en la vida –para mí-, me sonrió. Extraño, muy extraño.

–Está bien. –Asentí y me di media vuelta para saludar a mí padre, que entraba tan calmado, como siempre. Se veía feliz por la visita.

Me acerqué a él, y lo saludé con desconfianza. ¿Desconfianza? Sí, porque siempre llega tarde, algo sudado.. Y bueno, ya sabe lo que sospecho.. Nada bueno. Volví a girarme, pero esta vez me senté. La comida no estaba lista, así que solo jugaba con el servicio, y mis uñas.. Qué más.

Miré a Sebas, él se veía concentrado con el partido de Hockey, hasta que se fijó que lo miraba, diablos.. Eso sí era incómodo. Miré el reloj que marcaba las 20:21 de la noche. Querido tiempo, ¿no puedes pasar más rápido? Volví a mirar a Sebastián, y este ahora me miraba. Joder.

–¿Por qué me miras? Sí solo actuamos cómo que no nos conociéramos. –Pregunté. ¿Yo había dicho eso? 

–¿Por qué me miras tú a mí? –Respondió haciendo una nueva pregunta, me quede callada. –Lo suponía. –Murmuró, con una maldita sonrisa triunfadora.

–Bien, qué interesante. –Musité sin importancia, jugando con mis uñas. Hasta qué la comida se dignó a llegar.

Ya estábamos casi todos terminando de comer, menos yo, qué no llevaba ni la mitad del plato. No quería, ni pensaba, comer para después vomitar. Estuve viendo en internet, y el vómito produce cáncer a la faringe, o esófago, no recuerdo. Si, ya lo sé.. soy media olvidadiza. 

–¿Por qué no comes? –Preguntó interesado mi padre, acomodándose mejor entre codos.

–No tengo hambre. –Mentí, y sonreí falsamente. El rodó los ojos, y siguió comiendo. 

–Señor Blair, ¿está preocupado por su hija? –Preguntó Sebastián, fingiendo preocupación por mí. Maldito idiota, no sé porque estoy enamorada de ti. ¿En qué me fijé?

–Uhm, sí. ¿Por qué preguntas eso? –Respondió mi padre, haciendo que fijara mi atención en él. 

–Le quería pedir, si me deja llevar a ____, a una fiesta. –Propuso él. 

–¿Estás loco? –Pregunté, no iría. Y menos si me obligaban. –No iré, olvídense de eso.

–¿Por qué no, cariño? –Y volvía a preguntar mí padre, tan ‘’inocente..’’

–No le veo lo bueno a las fiestas. –Mentí, ya que si le decía. ‘’Oh padre, el problema es que haya se drogan, se emborrachan, y tienen sexo por todas partes.’’ Sebastián seguramente me mataría. 

–Yo a tu edad, y bueno.. Ni tan vieja estoy, sólo dos mayor que tú. Bien, ¿Qué decía? Ah, sí. A tu edad, aprovechaba las fiestas al máximo. –Opinó Charlie, con su voz chillona.

–Aparte, cielo. Eres muy bella, necesitas algún novio.. no lo sé. –Volvió a decir mi padre, ¿qué le pasaba a este? Supuestamente, ningún padre querría que su hija tuviera un novio, y menos que fuera a fiestas. Lo qué si querría, es que su hija se dedique a estudiar, estudiar y estudiar. Y más si está en el último año de secundaria. –¿Qué dices?

–Lo pensaré, el miércoles te aviso.. Sebastián. –Murmuré, y me levanté. –Permiso, gracias. 

Ahora necesitaba seguramente, un consejo de Vanessa o Marcella; mis mejores amigas cibernéticas.



"Depression" Sebastián Villalobos y tu-1° TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora