''Conocerme significa averiguar cuál de mis sonrisas es la verdadera..''
Cerré mis ojos, suplicando que se arrepintiera, pero no fue así, su mirada se concentraba especialmente en mis ojos. Me incomodaba.
—Por favor, eso no... —Insistí y volví a tomar asiento desesperada-mente, la supervisora negó con su cabeza y suspiró.
—Vamos, niña, no tengo todo el tiempo del mundo. —Rodó sus ojos y rápidamente inventé otra escusa.
—No mantengo contacto con ellos, me echaron de casa. —Expliqué, aunque en algo, era verdad.
—Otra razón por la que necesito hablar con ellos, necesitas ayuda, urgente. —Habló, ignorando mis suplicas. Hice una mueca y asentí.
Saqué mi celular para entregárselo, pero me mareé extrañamente y sentí una punzada de dolor en mi cabeza, la expresión de la supervisora cambió radicalmente por preocupación y se paró inmediatamente, tocando mi frente, confirmando que estaba hirviendo.
—Yo.. uhm, no me siento muy bien. —Murmuré y mi vista se nublo, convirtiéndose en una oscura visión.
Abrí mis ojos lentamente, sintiendo un hormigueo en mi estómago. Intenté sentarme, pero una enfermera me detuvo.
—No hagas fuerzas, cariño. —Me informó y asentí, volviendo a recostarme. Aferré mis uñas a mí sweater, arañan-dolo.
—¿Por qué me he desmayado? —Pregunté, tomando el vaso de agua que se encontraba en una pequeña mesa de al lado. —¿Y en donde me encuentro?
—Tranquila, estás en la enfermería de tu colegio. Uhm, pues te ha dado fatiga. ¿Desde hace cuánto no comes? —Respondió, acomodando los mechones rebeldes que se encontraban en mi cara.
—Sólo tomé una leche en la mañana. Y antes, pues antes... —Hice una pausa.. —...antes, no comí nada desde las tres de la tarde.
—Oh, pequeña, debes comer más ha seguido. Estás muy delgada, te recomiendo ir con un nutricionista. —Dijo.
—No, no, no. ¡Estoy gorda! —Exclamé con enfado, todos me encontraban delgada, excepto Sebastián, y mientras no me diga un ''te ves muy guapa'', no volveré a comer.
—Sólo hazlo. Es por tu bien. —Suspiró y salió de la enfermería, dirigiéndose a la cafetería.
La puerta se volvió a abrir, Mario había entrado preocupado. Se acercó rápidamente a mí y tomó mi mentón, levantándolo para besarme, suave y lentamente. Sonreí a medias y acaricié su mejilla.
—Me tenías muy preocupado, _______. —Susurró en mis labios, le di un corto beso y se separó de mi, sentándose donde antes se encontraba la enfermera.
—Lo siento.
—¿Cómo te sientes? —Preguntó acariciando mi rubio cabello con sus largos y deformes dedos.
—Sin ganas de nada. —Respondí sinceramente y cerré mis ojos, dejando salir una lágrima. Mario inmediatamente la secó.
—Resiste, ______. Eres fuerte, ¿por qué te hundirías ahora? —Dijo Mario, motivándome a seguir adelante, como siempre lo hacía.
—Sólo sigo aquí por ti, tienes que saber eso. —Susurré y lo volví a besar. —Hago todo esto porque quiero ser perfecta para Sebastián, y... —Empecé a hablar sin razonar.
Las manos de Mario se transformaron en puños y salió enojado de la sala de enfermería. Lo llamé repetidas veces pero me ignoró, la culpa invadía mi ser. Y ahora, tendría más problemas con Sebastián.
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Hoy cumple años nuestro bebé :') <3
El tiempo pasa tan pero tan rápido xc!! 19 años!
Chicas al rato les subiré el capítulo 25 *~*
Ese capítulo lo narra sebas:)
Pasan cosas e.e ya las leerán.
¡DIGAN NO A LAS LECTORAS FANTASMAS!
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"Depression" Sebastián Villalobos y tu-1° Temporada
Nezařaditelné"Le dices qué es hermosa, ella dice ''No, no lo soy''. Le dices qué no es gorda, ella dice ''¿Vez esto?'' y toca su vientre. Halagas cómo luce, te dice ''Hay chicas qué se ven mejor qué yo''. ¿Sabes porqué no cree tus halagos? No es porqué no le gus...