CHOQUE

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Acelero la velocidad en la maquina mientras sigo corriendo, quiero sacar todo de mi cabeza, hace una semana ocurrió el encuentro con Max en ese maltrecho e inmundo cuartucho y no puedo sacarlo de mi cabeza, cada una de las palabras, cada una de las acciones realizadas, cada uno de los gemidos emitidos todo está en mi mente torturándome hasta el punto de quiebre, lo peor es tener que grabar, aun cuando él no dice una palabra acerca de lo sucedido y actúa de manera increíblemente profesional cosa que me cuesta mucho trabajo cada vez que lo tengo enfrente, a diario me digo que debo mantenerme alejado, a diario me regaño a mí mismo cada vez que me descubro observándolo; me he dado cuenta de que ha bajado de peso, a veces logro verlo antes de ser maquillado y he logrado apreciar unas tenues ojeras, me siento mal por no poder cuidar de él, no poder ayudarlo a conciliar el sueño cuando esta estresado o darle de comer, es un tonto que aun cuando sabe cocinar no lo hará si es para el mismo, todo en mi mente es Max, con algo de rabia pues la intensión de correr era olvidar al moreno y lo único que consigo es pensar mucho más en él, bajo de la máquina y camino hacia los vestidores, hace ya también unos diez días que no sé nada de P'Got quien logra distraerme aunque sea un poco, tomo mis cosas y salgo lo más rápido que puedo del gimnasio, al salir prácticamente chocamos, Max alcanza a sostener mi maleta la cual se deslizaba por mi brazo, ambos nos miramos a los ojos por unos segundos.

— TIO TUL — el grito de una voz infantil me hace sonreír inconscientemente.

— Hola pequeño ¿Cómo estás?— saludo al niño poniéndome de cuclillas para estar más o menos a su altura.

— Bien— responde con una gran sonrisa, lo observo y se ve muy bien, hoy viste deportivo.

— ¿vienes a hacer ejercicios?— pregunto sonriendo.

— Papá dijo que si quería verte debía venir aquí— dice con una amplia sonrisa.

— Lamento no haberte ido a visitar— me disculpo con el niño.

— Sé que estas ocupado en el trabajo, Papá me lo dijo— dice viéndome.

— Dentro venden unos ricos batidos nutricionales ¿vamos por uno?— le pregunto sonriendo, tomo su manos cuando este asiente efusivamente— tu igual vendrás— ordeno al pelinegro al pasar por su lado, su ceño fruncido me dice que sabe el por qué lo hago.



Camino con mi ex y su hijo hasta la pequeña cafetería que tienen en el establecimiento, el niño no deja de decir todo lo que ha hecho este tiempo que hemos estado separados, me cuenta sobre sus nuevos amigos en la escuela, sobre sus abuelos y lo enojados que están con el moreno, lo miro al escuchar tales cosas del niño y este se hace el que no está escuchando, en el momento que pienso preguntar lo que sucede una de las camareras llega a pedir nuestra orden, ordeno para Pic un batido de frutos rojos y avena, para mi uno de bananas y fresa y para el moreno pido uno de fresa con chocolate y suplementos vitamínicos, lo veo fruncir el ceño mientras pido lo suyo, le agradezco a la chica y esta se retira, regreso mi atención al menor ignorando al padre quien se queja de querer engordarlo y cosas sin sentidos.

— El otro día papá y mamá se pelearon muy feo— dice el pequeño triste, miro a Max quien igual ve a su hijo.

— ¿te asustaron?— pregunto desordenando su cabello.

— Ellos gritaban mucho y mamá se enojó conmigo— miro con enojo al pelinegro frente a mí al ver al pequeño querer llorar.

— Aquí están sus batidos— dice la chica dejando las bebidas en la mesa.

MAS QUE A MOR  *Maxtul*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora