MAS QUE A MOR *Maxtul*

RESPIRO

Masajeo mi cuello al terminar de organizar mis cosas en mi nueva habitación, me dejo caer en la cama, cansado, algunas personas dirán que es por orgullo pero por más que Max me pidió que lo dejara ayudarme no lo hice, preferí moverlo todo yo solo y organizar todo yo solo, no sé si lo que estoy haciendo es lo correcto, en momento así pienso que sería mejor dar un paso al costado y dejar que Max este con su hijo y ella pero por sus acciones sé que no es lo que quiere, observo mi reloj y me sorprendo al ver que son casi las tres de la mañana, me saco la ramera y los pantalones para tomar una ducha rápida para poder acostarme ya, al salir del baño no hago más que usar unos ajustados bóxer regalos del moreno y me lanzo a la cama cansado, un torturante sonido me hace abrir los ojos, doy un suspiro, ¿desde cuándo usamos la licuadora a las seis de la maña? Me pregunto frustrado, las pisadas fuertes ir de un lado a otro retumban en mis oídos, el volumen demasiado alto de la televisión y el maldito ruido de la licuadora, ¿acaso está haciendo un batido de tuerca para que la dejen funcionando tanto tiempo? Como extraño mi habitación semi insonorizada, salgo de la cama pues ya no poder dormir más, me visto con algo cómodo, hoy quiero descansar lo más posible pues mañana iniciamos las grabaciones nuevamente, después de asearme, salgo para sentirme realmente incomodo, Pan usa una pijama lo bastante corta y reveladora para ser llamada pijama, frunzo el ceño antes de caminar hasta la cocina y apagar la licuadora, la castaña me mira.

— Buenos días P'Tul hice café— dice señalando la cafetera mientras sonríe falsamente.

— No bebo café— digo sacando una botella de agua de la nevera, en realidad si bebo café pero no estoy de humor para beberlo ahora y menos hecho por ella.

— Ire a despertar a Max— dice dando media vuelta.

— No lo hagas— hablo observándola— deberías vestirte, en esta casa hay dos hombre y un niño— hablo antes de dar media vuelta para guardar el resto de mi agua.

— Si pero con uno de esos hombres me voy a casar y al otro pues no creo interesarle o no creo que le interese ninguna— dice antes de perder se por el corto pasillo, suspiro para evitar correr tras ella y lanzarla por la ventana.

De camino a mi nueva habitación me encuentro con el moreno quien me mira y mira a la castaña, cierro la puerta de mi habitación viendo los ojos oscuros de Max verme con preocupación, de verdad creo que no podré aguantar esta situación, ¿acaso ella cree que soy idiota? Es obvio que sabe que entre Max y yo hay algo más que solo amistad o camaradería, me dejo caer en la cama nuevamente, frunzo el ceño cuando mi teléfono empieza a sonar, lo dejo así por un rato hasta que me canso y me levanto para ver quién es, al ver el nombre en la pantalla no se si contestar o no, sin pensarlo más solo deslizo mi dedo hacia el icono del teléfono verde.

— Hola — hablo llevándome el teléfono a la oreja.

— ¿Cómo estas Nong? — dice con gracia.

— No creo ser menor que tu— digo de igual manera.

— Tengo veinte ocho— dice haciendo que frunza el ceño.

— ¿eso es cierto? Si haces que te trate como mayor solo por broma estas muerto— amenazo y el ríe.

— De verdad soy mayor que tu — dice sin señal de burla— espero estas libre el día de hoy— dice emocionado.

— Mañana vuelvo grabar así que quería descansar hoy— respondo.

— podrías pasártela bien conmigo— dice tratando de seducirme para aceptar salir con él.