Capítulo 16

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(Jessica)

La mañana pasaba lenta, estaba revisando unos expedientes cuando mi busca sonó. Corrí a la entrada de urgencias y allí me encontré con Liam.

-Bien Jessi, la siguiente paciente es para ti. Una niña de 12 años, anoréxica. -eso me lo dijo todo - Te he encargado a ti esta paciente porque a parte de ayuda médica necesita a alguien que le ayude a salir de donde está y tengo comprobado que eso se te da bien y como tú has pasado por lo mismo, seguro que la puedes ayudar.

-De acuerdo -dije suspirando.

La niña entró en una camilla, estaba consciente pero se la veía muy débil. Por lo que yo sé de esta enfermedad, esta niña estaba en una fase muy avanzada.

La llevaron a uno de los boxes,  allí la atendí y cuando estuvo estabilizada la subieron a planta. La chica estaba demasiado débil.

-Hey Jessica, ¿qué tal la niña?  -dijo Liam acercándose a mí,  no me dejaba ni a sol ni a sombra.

-Bien, oye Liam tenemos que hablar. ¿Entendiste bien lo que te dije de que quiero que te apartes de mi vida?

-Perfectamente

-¿Entonces por qué coño no me dejas ni a sol ni a sombra, me sigues por el hospital y no me dejas de mirar?

-Perdona pero yo aquí estoy trabajando no estoy ligando.  Y sí, lo entendí perfectamente y si no lo había entendido, con todo esto del embarazo me ha quedado bastante claro. Además uno de los motivos por los que quiero que vengas esta noche es para presentarte a mi novia.

Al oír aquellas palabras me dio una punzada en el corazón.

-Ah, así me gusta, que te olvides de mí como yo me estoy olvidando de ti. -En realidad no quería que él se olvidase de mí pero es lo que yo había pedido y es lo que estaba recibiendo. -Será un placer conocerla esta noche.

-Por cierto, deberías subir a hablar con la chica,  estoy seguro de que tus charlas le vendrán bien.

Y así hice,  fui a hablar con la chica.

-Hola -dije entrando en la habitación, estaba acompañada de su madre -Soy la doctora Parker, quería hablar con la pequeña a solas.

-Claro -dijo la madre dándole un beso a su hija en la frente y saliendo de la habitación.

-A ver,  he oído que estás aquí porque eres anorexica.

-Em,  sí -la chica era de piel blanca con el cabello largo y rubio.

-¿Quieres hablar? -Le dije con una sonrisa. En ese momento la chica se echó a llorar y yo me acerqué abrazándola.

-Todos me odian, en mi clase no tengo ninguna amiga,  mi padre me abandonó hace algunos años decidiendo irse al cielo y dejándonos a mi madre y a mí solas. Estoy sola en casa prácticamente todo el día porque mi madre trabaja mucho para poder conseguir dinero para nosotras. Ningún chico se fijará nunca en mi porque estoy gorda y soy fea.  Pensé que la mejor solución era desaparecer. Como poquísimo y lo que como lo vomito.

No tuve que preguntarle nada para que me contase, ella lo soltó todo como si llevase mucho tiempo guardándolo.

-¿Cuánto tiempo llevas así?

-3 años,  desde que mi padre murió.

-Mira, sé perfectamente que lo que te voy a decir te lo habrán dicho ya un montón de veces y lo sé porque yo también fui como tú,  de hecho, estuve a punto de morir en una ocasión. Los amigos los conseguirás porque ellos no se fijarán en tu físico sino en tu alma, pero no tienes nada de que avergonzarte de tu físico porque eres perfecta,  es más,  deberías engordar.  Eres guapísima y créeme que mi vida ha sido mucho más complicada, crecí sin padres a base de cuidadores sociales que ahora son como mis padres solo que lejanos,  anoréxica,  bulímica y suicida. Por suerte tenía un amigo que me ayudó a salir y que hoy es como mi hermano. Ahora me voy a casar y voy a ser madre -dije esto último tocándome la barriga - De todo se sale...

Luchando contra el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora