Una mano acariciaba mi pelo de arriba hacia abajo, dulcemente y constantemente, caricias que hicieron que me despertara y me encontrara con una sonrisa radiante de parte de Ginger, mientras seguía acariciándome mi pelo Ginger no dejaba de mirarme. Había cumplido su promesa, quedarse toda la noche conmigo por esa estúpida pesadilla que tuve, como en los viejos tiempos. A veces echaba de menos esos momentos de soledad con mi hermana, esos momentos únicos que solo compartía con ella y que yo la admiraba como si fuera una heroína, mi súper heroína hermana mayor. Después de que Ginger empezara a crecer y salir más con sus amigas, esos ratos que compartíamos de pequeñas se esfumaron, ya no estaba conmigo muy a menudo, ni quería compartir conmigo algunas cosas, así que tuve que asumir, que esos momentos no volverían y tendría que seguir mi camino como hizo ella, agarrarme con fuerza a mis amigas, como años anteriores solo lo hacía con Ginger.
Poder dormir con ella hizo que esos recuerdos renacieran y volviera esa sensación de felicidad que me creciera como cuando era pequeña.
Ginger me sonrió sin quitar aun su mano de mi cabeza, haciendo imposible que me despertara, tengo una gran sensibilidad con que me toquen el pelo, me quedaba dormida a casos segundos de que me lo acariciar.
- Buenos días Buffy. –dijo Ginger sonriendo.- Venga levántate antes que te vuelvas a dormir otra vez. –aparto su mano de mi cabeza.
Me senté en la cama para poder estirarme y despertar mis músculos que seguían aun dormidos. Mi hermana se levanto inmediatamente de mi cama para dirigirse a la puerta.
- Arréglate y nos vemos fuera para desayunar juntas. ¿De acordó? –me pregunto mientras abría la puerta.
- Vale. –le conteste con una media sonrisa de dormida.
Ginger estaba por cerrar la puerta para ir a su habitación, pero tuve que llamarla, tenía que darle las gracias, las gracias por no sacar el tema y por haber pasado la noche conmigo, como siempre lo hacíamos de pequeñas.
- Gracias. –esa fue la palabra que hizo que Ginger no cerrara la puerta y me mirara sin entender nada.- Gracias por estar aquí conmigo esta noche. Me ha recordado todas las noches que venias a mi habitación a protegerme. –le dedique una sonrisa.
Mi hermana ya sabía a lo que me estaba refiriendo, por su brillo en los ojos había recordado todos esos años que ella venia corriendo por la noche a mi habitación a protegerme de los demonios de la oscuridad, como lo llamábamos nosotras. Con una sonrisa plantada en su cara, dejo la puerta abierta y volvió hacia mí para plantarme un beso en la cabeza.
- Siempre estaré aquí contigo. –dijo acariciando mi mejilla.- Eres mi hermana pequeña.
Y de eso, volvió a girarse para así por fin cerrar la puerta y dejarme sola para poder arreglarme.
La verdad es que no quería salir de estas cuatros paredes si me dejaban elegir, no quería volver a pasar vergüenza como la pase ayer en el comedor, y ni que decir de lo incomodo que será ver a todos los que están detrás de mi puerta por lo que paso ayer por la noche. No quería dar explicaciones a nadie y espero que con la indirecta que les envió Ginger sacándoles de la habitación lo hayan entendido.
Para que no tuviera que ir corriendo para arreglarme salí de la cama para poder empezar a prepararme. Mientras abría mi armario y cogía otro chándal para hoy, me obligue a mi misma que no pensaría en nada más que no sea afrontar esta situación lo más rápido posible. Aprender todo rápidamente y poder así recuperar a nuestros padres. Así que eso fue lo que hice, meterme a la duchar sin pensar en nada en concreto, solo prestando atención de enjuagarme correctamente y que los demás no me esperasen demasiado.
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Dulce Oscuridad (Harry Styles)
Science FictionMuy en el fondo de todas las personas pensamos que nada malo nos puede ocurrir, que todo lo que escuchamos por la televisión nunca nos pasara, porque somos personas que vivimos el día a día, sin haber hecho nada malo para merecernos tal cosa. Pero n...