—P-Por favor... Ha-Haré lo que quieras, en s-serio— Le trataba con tanta brusquedad, empujando su cuerpo, golpeándolo y demás. Aún sabiendo que estaba débil y que su cuello estaba muy mal, tenía marcas horribles de dedos, tal y como si hubiesen sido manos de hierro caliente las que se incrustaron en su piel. —¡No haré nada mientras no estás! ¡L-Lo juro!— Sus gritos son fuertes, pero quebrados al fin y al cabo.El hombre que le arrastraba por todos lados no hacía caso a sus palabras.
Este era el plan, iría a la cuidad para hacer la compra del mes, pero no podía arriesgarse a que su precioso ángel se escapara y alertara a los transeúntes cercanos. No, no quería esto. Y haría que se quedara en casa, sano y salvo. Al llegar a la habitación lo primero que hizo fue dejar caer el cuerpo débil y tembloroso del menor sobre el colchón, viendo cómo se encogía en su lugar, jadeando por el dolor.
Sus manos tomaron las prendas que anteriormente había dejado ahí. Comenzó a colocarle cada una, se veía tan lindo vestido así. Pantalones de chándal, de un suave color crema. Junto con un suéter gris. Las lágrimas lo hacían ver mucho mejor.
—Te quedarás aquí, por tu seguridad— San no entendía nada. ¿Acaso no vió lo que pasó allí abajo? ¡Una cosa extraña casi lo mata! No... No quería quedarse solo. Prefería mil veces estar con ese lunático a estar completamente solo en esa casa. En esa habitación, sin escapatoria. —No soportaría que algo más te pasara, así que obedece, por favor San.
—¡No quiero estar solo! Te-Tengo m-miedo... Por favor, por favor...— Aprovechó que sus manos estaban desatadas para tomar sus brazos, aunque el agarre fue un fracaso total, no sirvió de nada el esfuerzo. Era más fuerte que él en ese momento. El mayor negó con su cabeza, no podía obedecer aquellas palabras. Sería rápido, no tardaría nada. Una hora era suficiente tiempo para despejar su mente.
—Volveré. Pasaremos mucho tiempo juntos, eso te lo aseguro...— El chico de cabellos castaños negó con su cabeza repetidas veces, empujando su propio cuerpo hacia atrás, quería escapar. Sollozó con fuerza, mirando como el sujeto iba hasta aquella puerta extraña, murmurando algunas palabras mientras buscaba... Quién sabe qué.
Al volver, notó que tenía un frasco con el líquido transparente en su interior, unas esposas y un pañuelo blanco.
Era cloroformo.
Iba a drogarlo.
San murmuró una y otra vez que no quería, que se alejara, que no quería nada de esto. Pero el hombre de cabellos morados no hizo caso alguno, tomando sus manos fuertemente, alzando sus brazos, colocando las esposas alrededor de la cabecera. El menor lloraba, moviendo sus brazos frenéticamente.
—¡Por favor, no! ¡No!— Incluso intentaba empujarlo con sus pies, pero era imposible. El tipo era una completa piedra. No parecía una persona normal. Esto le daba más miedo aún, curiosidad y a la vez, le perturbaba.
Intentó no respirar aquél aroma, pero fue imposible. Sus ojos pesaban mientras más tiempo forcejeaba.
—Dulces sueños, Sannie... Te quiero— Eso fue lo último que pudo escuchar con claridad, mientras sentía como su cuerpo ya no respondía. Su cerebro no conectaba, durmiéndose también.
Fue ahí en donde Wooyoung sonrió ampliamente, retirando el tapabocas, para inclinarse sobre ese cuerpo y así, atrapando sus labios en un beso desesperado que no fue correspondido. Era triste esto último, pero pronto, muy pronto, podría mover sus labios sobre aquellos con libertad, sintiendo como estos corresponderían.
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❛ LUNATIC。
FanficFue traumatizante saber que no podría salir de ahí, aunque llorara sin control alguno, pidiendo y gritando con todas sus fuerzas para que le dejara ir. ⌗ WOOSAN。 ❯ 29.O1.2O19 ── ¡ DREAMIE'S PROYECT ! ❯ O4.O8.2O19 ── › drama, violencia, secuestro, pr...