❛ LUNATIC。

[🌷] 23

-¿Acaso crees que nací ayer, Juho?

El chico de cabellos negros soltó una risa al escuchar aquella frase, sus ojos mirando con efusividad el rostro de Jongho, pues claro que hablaba en serio. Nadie en su sano juicio le diría a alguien que está más que desesperado por encontrar a alguien que él tiene contactos con guardias de seguridad y todo eso que conlleva a "policías de calidad" por así decirlo. Él tenía contactos, y sabía de antemano que debía usarlos si quería que su compañero volviera a encontrarse con su amigo perdido.

-Bueno, tienes cara de bebé; no puedo decir lo contrario.- Se cruzó de brazos, recargando su cuerpo contra el respaldo de la silla. Ignoró el gesto enojado que Mingi le dió, fijándose solamente en el sonrojo del más pequeño. -Pero sí, todo es cierto. Tal vez puedan rastrear a tu amigo, como en las películas- El asunto era serio pero él intentaba hacer que el ambiente no estuviese tan pesado.

-¿Cómo podemos creerte?- Dijo Mingi, serio como siempre. Posando una de sus manos en el muslo de Jongho para tranquilizarlo, se notaba tan alterado, como si se estuviese comiendo a sí mismo en un ataque interno de ansiedad y desesperación por saber tantas cosas. Juho frunció el ceño, tomando un sorbo de su té helado. -Jeong Yunho, Sohn Eric y John Seo, somos amigos cercanos ¿Sabes? Los tres son agentes, detectives o policías, como quieras llamarlo. Se encargan más que todo en las desapariciones... Pero no entiendo cómo este caso no lo han tocado, siendo tan popular por aquí- Lo último lo dijo casi para sí mismo, concentrándose en el sabor de su bebida.

-No han tocado el caso porque nadie quiere ayudarnos para poder encontrar a San- Las lágrimas nublaban su vista, ver era imposible con esas gotitas sobre sus pupilas. Sus manos temblaban con agresividad bajo la mesa, y sus nervios crecían conforme sentía las miradas de los otros dos. -¿Acaso estoy pintado en la pared? Quiero ayudarlos... Quiero ayudarte a encontrarlo- Las primeras lágrimas comenzaron a deslizar por sus mejillas, su rostro bajó, jugueteando con sus dedos temblorosos.

-Y lo agradezco... P-Pero...

-No creemos que puedan ayudarnos, ya muchos han dicho lo mismo y simplemente dejan todo de lado con la maldita excusa de que es muy difícil encontrarlo.

-Precisamente, por esta razón necesitan de mi para poder encontrar a San. Ellos son confiables. Les doy mi palabra.

Mingi frunció los labios, escuchando los pequeños sollozos de Jongho, le destrozaba tanto verlo así de vulnerable. Se veía tan afectado por esto que le daba coraje. Juraba que iba a arrepentirse por confiar en alguien como ese chico que tenía el extraño afán con acercarse de más a su pequeño.

Suspiró irritado, aceptando la ayuda de Juho. Anotando cuantos números sean necesarios para poder encontrarlo de una vez por todas.