❛ LUNATIC。

[🌷] 11

En su mano derecha sostenía su celular, temblaba. Intentaba relajarse un poco lo que acaba de pasar, pero es que el recordar cómo esa señora mayor se acercó a ellos, diciendo con un rostro preocupado que había visto a San. ¡Nadie lo había visto, y sólo esa mujer fue capaz de hacerlo! Había sido un golpe de suerte, pero también de dolor para ambos chicos. Dios, era grave.

Era grave porque esa viejecita relató lo que había visto, obviamente fue a denunciarlo a la policía, pero hoy en día los oficiales estaban más ocupados comiendo donas y bebiendo café que en salvar a las personas. Decía que San estaba caminando por el parque, con una bonita sonrisa grabada en el rostro. Le había ayudado a cruzar la calle, como todo chico joven y caballeroso.

—Contesta, contesta— Decía desesperado Yeosang, caminando de un lado a otro. Desesperado, lloraba sin omitir sonidos, a diferencia de Seonghwa, el cual estaba aún más impactado que él. Estaba sentado en el suelo, abrazando a sus piernas y llorando por lo sucedido. Joder, se veía tan mal. Los tonos de la llamada no dejaban de sonar, cinco, diez, quince. Y el estúpido de Mingi no contestaba, tampoco Jongho. Nadie lo hacía y eso le desesperaba aún más.

Hizo un nuevo intento, y a los seis pitidos, Jongo contestó.

—¡Jongho! Maldita sea, no sabes el tiempo que llevo llamándote— Alzó la voz, sintiendo el nudo en su garganta intensificándose. Llevó una mano hecha puño a su frente, respirando profundo. —Tenía el teléfono en vibrador, ¿Qué pasa? ¿Alguien les dió información?— Se oía afligido, pero aún así quería darle un puñetazo en el rostro.

—Sí, una señora mayor vió a San, é-él estaba paseando por el parque y... Le ayudó a cru-cruzar...— El sollozo no pudo ser contenido. Cubrió su boca con una de sus manos mientras se deslizaba por la pared hasta caer al suelo. Llorando como si de un bebé se tratase. —San le ayudó a cruzar la calle, dijo que se veía como de costumbre. Y... No lo sé, dijo otras cosas y cuando tomaron caminos diferentes, luego de unos tres minutos de caminata... Escuchó gritos.— Decía ahogadamente, tragando pesado para no sollozar más.

—¿Gritos? ¡¿Dices que lo secuestraron?!

—¡¿Y tú qué crees?! ¡Es obvio Jongho! Incluso esa pobre mujer fue a denunciar el secuestro a la policía y ellos aún no han hecho nada, no inician una búsqueda rápida por la cuidad aunque sea.— Miró por unos segundos hacia su derecha, donde estaba Seonghwa sentado a unos metros más allá.  Suspiró, escuchando la voz del menor diciéndole a Mingi lo que acaba de decirle. Estaba llorando, casi no se entendía lo que decía.

—Si la policía no hace algo, lo haremos nosotros.— Aquél murmullo que soltó Seonghwa le hizo temblar.