CAP. 24

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Una mañana fría, pero extrañamente cálida a la vez, gracias a los rayos del sol que entraban sin permiso alguno por las grietas y agujeros del deteriorado lugar, despertó lento sintiendo calidez en su rostro, al parecer un rayo de luz decidió posarse sobre su cara, incómodo por la sensación en su cara, se sentó y estiró sus huesos, soltando uno que otro crujir, su cuerpo dolía un poco, después de todo, el suelo no es la mejor cama del mundo, pero era mejor a comparación del calabozo, al menos esta vez despertó acompañado el cantar de uno que otro pájaro y una cálida leta junto con la sensación de tranquilidad de una típica mañana, realmente era mucho mejor que antes.

Miró a su alrededor, las empleadas seguían acurrucadas unas junto a otras, Suave no estaba en el lugar donde lo vio la última vez y supuso que Jasper estaría afuera junto al antes mencionado platicando o haciendo quien sabe que, pero en su memoria había un "hueco", faltaba alguien. . .

— « Fallacy »—

Con solo recordar su nombre el corazón se le paralizó, la última vez que lo vio se estaba detrás de él retirándose su capa, su cuerpo no respondía, se había tensado por completo. Nervioso, giró su cabeza lento para mirar detrás de sí, no quería toparse con su tétrico rostro y su cuencas que le devoraba el alma.

Gran alivio sintió al ver que el azabache no estaba, genial Encre, la vida te a dado una oportunidad más para vivir, soltó un suspiro pesado ya un poco más relajado; escucho el la lejanía voces y un par se de risas, no era necesario ser adivino para intuir quienes eran, una vez cruzaron las puertas deterioradas pudo divisar tanto Jasper como Suave, el azabache tenía entre sus manos trozos de madera ya que se habían terminado los de ayer en la fogata y las maderas de aquel castillo estaban húmedas e inservibles, por otro lado el albino tenía más Hongos comestibles -de los mismos que había encontrado Encre ayer- como cena de mañana.

Encre se dispuso a encender la fogata, mientras que Suave introducía palitos en los hongos para rostizar los un poco en el fuego, mientras que Jasper se acomodaba en algún lugar con sombra para que los rayos del sol que entraban por las grietas no lo lastimen, ya había sido un reto salir en la mañana con su capa la cual no lo protegía del todo contra el sol. Poco a poco cada una de las empleadas fueron despertando debido al ruido de la madera quemarse junto al olor agradable de unos honguitos a la fogata. sinceramente era una agradable mañana.

— Buenos días a todos — dijeron cada una de las empleadas estirando sus cuerpos, recibiendo como respuesta casi la misma frase de parte de los contrarios

— son los mismos hongos de ayer, ¿verdad? — pregunto una, curiosa

— si, son los mismos — Respondió el albino con una mancha en su mejilla

— huelen bastante bien —

— hacer hongos a la fogata es mi especialidad — Dijo con un orgullo divertido por su "elegante" y exquisita comida, varias rieron leve

— ¿Cómo sabías que eran comestibles? — pregunto la pequeña castaña

— oh, bueno, en el pueblo tenemos diversos cultivos de todo tipo para nuestro consumo, fue ahí donde aprendí a diferenciar semillas, los diferentes usos de cada planta, etc.

— debes de extrañar el pueblo, ¿no es así? —

de repente, sintió varios ojos curiosos posados sobre si, de todas las preguntas posibles, tenía que ser esa, era un poco incómodo, probablemente si respondía un "sí", Japer seguramente se ofrecería a dejarlo ahí, cosa que no era para nada una mala idea, pero por alguna razón, no quería marcharse, algo en sí le impedía irse de ahí.

— bueno, yo . . . —

y como un golpe de suerte fue interrumpido ya que se escuchó el grito de una de ellas, señalando a lo lejos, al parecer una rata quería incluirse en la comida

Corazón de tinta || FallacyxEncreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora