Era un dia mas, un dia el cual un pequeño azabache había esperado con ansias puesto que, hoy llegaría el médico por la tarde, la espera había sido un tanto larga, pero mejor tarde que nunca. Simon, ese era el nombre del esqueleto quien revisaría a todos quienes necesitaban de su atención, este era bastante conocido por los alrededores, bueno, por todos quienes lo conocieran, era un monstruo un tanto ermitaño, su única compañía era un sinfín de libros junto con su aprendiz de nombre Orion. Aquel médico se caracteriza por sus "peculiares" intereses, desde su fascinación por las estrellas y el cielo nocturno, hasta por los monstruos, híbridos y pócimas, alguien reservado pero agradable al mismo tiempo.
Desde temprano en la mañana Jasper estuvo con un buen ánimo, y aquello era más que notorio para los únicos dos empleados activos - más un pelirrojo - que se encontraban realizando sus respectivos quehaceres. Fibi, quien limpiaba unos cuantos jarrones, fue interrumpida ya que su "cuidador personal" no tardó en aparecer.
— se nota que Jasper anda muy feliz — habló a un lado de la castaña para no molestarla
— no es para menos, yo también lo estoy — contestó sin detener su labor.
— ¿porque?, ¿acaso Suave ya lo beso o qué pasa?
— ¿¡que!?, ¡No!, que cosas dices, ¡tonto!, todavía es joven para eso — dijo mientras amenazaba con golpearlo con su plumero — pasa que hoy vendrá el médico y como de seguro ni siquiera te habrás dado cuenta, ninguna de las demás chicas han trabajado porque están enfermas.
— ahora entiendo por que este lugar se siente tan desolado, por un momento pensé que las otras ya habían muerto y quedaban enterradas afu- — rápidamente sintió un golpe en su cabeza acompañado de mucho polvo, le habían pegado con el plumero.
— ¡Si no tienes nada bueno que decir entonces calla! — le regañó enojada — ¡eres un insensible!
— perdóname frufru pero no es mi culpa — dijo — desde que te conocí mi corazón no pudo evitar convertirse en un egoísta, no le puede dar importancia a nada más que ati y solo a ti — hizo una pequeña pausa — solo puede preocuparse por ti, no puede estar feliz si no estas aquí, porque me arrebataste el corazón con tu belleza y carisma — se acercó a ella para tomarle suavemente las manos — por que con un solo toque de tus manos haces que vivir valga la pena — finalizó para luego depositar un beso en estas.
Estaba tan roja hasta las orejas, su corazón inquieto, su cuerpo nervioso y su mente, bueno, era todo un lío, Charlos podrá ser un tonto a veces, pero cuando quiere, llega a conquistarla completamente.
— Ven — habló con romanticismo en su voz apegando a Fibi a su cuerpo — vámonos de aquí.
— ¿a,a donde? — preguntó aún roja.
— lejos, donde nadie nos encuentre, en alguna cabaña en el bosque para poder hacer muchos niños, quizá unos dos a cinco — dijo mirando "hacia el futuro", arruinando totalmente el momento.
nuevamente lo golpeó — Tenías que arruinarlo — dijo mientras se iba, tenía que ser Charlos, por un momento la había conquistado, realmente la había atrapado — « estábamos tan bien pero nooooo, tenía que salir con una de sus tonterías » — pensó enojada — tonto.
***
Eran alrededor de las 2 de la tarde cuando se escuchó un golpeteo en la puerta principal, era el médico, tanto Encre como Fibi estaban más que listos para recibirlo, después de todo, habían sido informados sobre la llegada de este. A los pocos segundos de que Simon entrara se topó con Fallacy, ambos se saludaron cordialmente, siempre manteniendo las formalidades.
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Corazón de tinta || FallacyxEncre
Random- La vida está llena de sorpresas, algunas más grandes que otras, llena de sentimientos extraños o curiosos como el amor. Amor. Una palabra que al parecer no se encontraba en el vocabulario del azabache. Fallacy, vampiro temido y odiado por varios...