Rewrite the Stars |1| SIRIUS BLACK | EN PAUSA

XVIII

La pequeña charla con su madre ayudo a Ely para despejar su mente, y esa misma noche, termino durmiendo casi a las dos de la madrugada, pues había seguido su consejo, y decoro de nuevo su habitación, esta vez, con recuerdos nuevos. Su lugar de escape había cambiado, lucia más maduro, pero seguía siendo acogedor, además puso nuevos posters en las paredes, y alguna que otra fotografía, pero ahora en su tocador blanco se encontraba una fotografía de ella junto a Lily y Amelia.

Dos días después, Ely recordó a sus padres que el veinticinco recibiría visitas. Ya era veinticuatro, y la castaña comenzaba a sentir el ambiente navideño en su hogar. Este año no fue su abuela, lo cual a Ely le parecía un alivio, ya que esta no es su persona favorita. Su madre se la había pasado en la cocina junto a Tofee, la elfina, ambas estaban apresuradas preparando la cena de la noche, mientras que el señor Dawson solo se dedicaba a verlas crear un desastre a su alrededor. Ely, como era costumbre, se encontraba sentada en el sofá de la sala de estar, viendo hacia la nada, pero pensando en todo. Ya no tenia mucho que hacer, pues los regalos de este año ya los había enviado, junto a sus respectivas cartas.

El regalo de este año era una pluma bastante linda, y las personas que conocen a Ely, saben que ella no es muy buena con los regalos, sin embargo, este año había decidido regalar a mas personas, y estas personas no sabían de la falta de creatividad de la castaña a la hora de hacer regalos. Por lo que, al escribir las cartas, las cuales eran las mismas, solo con diferente destinatario, aclaro:

"bien, seguro ya te has dado cuenta de que tu regalo es el mismo que el de los demás, y esto se debe a que soy una persona con demasiada falta de creatividad, y alguien que prefiere no perder su tiempo y provocarse dolores de cabeza, al tener que pensar en el regalo perfecto para cada persona. Por ello mismo, regalo cada año el mismo presente a cada persona que estimo.

Espero te guste, si no, devuélvemelo, puedo dárselo a otra persona que si lo apreciase. Felices fiestas.

PS. Si te llego mi hermoso regalo, es porque de verdad te estimo y aprecio en mi vida, deberías estar agradecida o agradecido.

PS2. Esta carta también es la misma que envió a todos, me da flojera escribir diferentes cartas.

Con amor, Ely"

Cuando la noche llego, su madre apareció en la sala de estar, y como no, se puso como loca al ver a su hija con la misma ropa con la que se levanto esa misma mañana, con el cabello envuelto en un moño despeinado y la cara manchada de chocolate. Entonces, la castaña tuvo que subir a su habitación y tomar un baño por obligación de su madre.

—Solo cenaremos nosotros tres. – había alegado la castaña a su madre antes, cosa que solo enfureció a la señora Dawson.

A las diez de la noche, Ely hizo presencia en el comedor de su casa, sus padres ya la esperaban en la mesa, junto a la cena de ese año; Ely hizo mueca de disgusto cuando vio el pavo frente a ella, pero también vio el pure de papas y la demás comida. Cada año es lo mismo, su madre prepara pavo, sabiendo que Ely lo detesta, pero también prepara comida que a la castaña le encanta, para después, arreglar lo del pavo con el postre, el cual es la parte favorita de Ely.

Su familia no es tan tradicional, no se abrazan a la media noche, ni se van a dormir temprano para al día siguiente abrir sus obsequios, tampoco pasaban la noche en pijamas. Los Dawson son diferentes, y a pesar de siempre son solo ellos tres, Ely ama las navidades con sus padres, pues el año nuevo es algo mas formal, y es la fiesta menos favorita de la castaña.

Durante la cena, ella su padre entablaron una entretenida charla sobre el quidditch y como fue que entro al equipo.

—siempre te lo dije, eres delgada, por lo que eres mas ágil. – había dicho su padre, viéndola con orgullo. Ely sonrió hacia su padre, mientras su madre los observaba contenta mientras bebía del vino tinto de su copa.