XXVII

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Ely nunca se habia sentido tan nerviosa de volver a Hogwarts, movía los dedos con nerviosismo y se mordía el labio inferior sin darse cuenta, ni cuando llego a Hogwarts por primera vez a los once años se sintió así; era diferente, pues hace siete ...

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Ely nunca se habia sentido tan nerviosa de volver a Hogwarts, movía los dedos con nerviosismo y se mordía el labio inferior sin darse cuenta, ni cuando llego a Hogwarts por primera vez a los once años se sintió así; era diferente, pues hace siete años atrás ella estaba segura de que aun tenia un largo tiempo para disfrutar del colegio y sus grandes maravillas, ahora oficialmente volvía para ser alumna de séptimo grado, y se encontraba aterrorizada de tener que crecer e independizarse. Ely sentía que no habia sido aun suficiente de estar en Hogwarts, aun le faltaban cosas por descubrir y jamás se habia tomado la aventura de descubrir los secretos que guardaba el castillo, o haber entrado a escondidas a la sección prohibida de la biblioteca, mucho menos se habia aventurado de adentrarse al bosque prohibido resguardado por Hagrid.

Ely ni siquiera se habia tomado la oportunidad de sentarse a tomar una tacita del famoso y desabrido te que el semi gigante preparaba. Jamás fue a una de las fiestas del club de inminencias del profesor Slughorn; entonces la castaña vio a sus amigas, ambas sonreían ampliamente mientras caminaban unos pasos enfrente de ella sin darse cuenta de que Ely deseaba ser alumna de primer año de nuevo. Lily estaba mas que contenta, todos sus años de Hogwarts fueron maravillosos, a su propio gusto claro, porque Ely le habia alegado que la estancia de la pelirroja debió ser bastante aburrida, pues jamás tuvo un poco de acción, tan solo se encargo de seguir las reglas y ser la alumna más sobresaliente de su generación, sin embargo Lily estaba segura de que Hogwarts fue lo mejor que le ha pasado en su corta vida; Amelia era otro caso, muy buena alumna según los profesores, una alumna con facilidad de la palabra y mucha desenvoltura, todos los profesores de Hogwarts veían un gran futuro por delante de ambas pelirrojas, mientras que de Ely pensaban diferente, al ser una alumna de buenas calificaciones (las cuales aumentaron en su sexto año, cuando comenzó a ser amiga de Lily y Amelia), Minerva Mcgonagall sabía que Ely podía dar mucho más, y el profesor Dumbledore lo confirmaba, veía el potencial de Ely y siempre decía a sus colegas que la inteligencia no se media en notas escolares.

La cosa estaba realmente en que Albus Dumbledore le habia tomado cariño a Ely, aun cuando durante los siete años de la castaña en el colegio, charlaron tan solo un par de veces.

—¿sabes que es lo que veo yo en Elyssander, Minerva? – pregunto Albus Dumbledore a la profesora Mcgonagall una vez que la bruja llego quejándose de nuevo de su alumna.

—¿una muchacha con mucha torpeza? – Minerva Mcgonagall no tenía ningún problema con Ely, tan solo le desesperaba un poco que su alumna pasara por tantos accidentes, una vez le pidió a la señora Pomfrey que revisara a la castaña por completo, según ella no era normal que una chica de, en ese entonces, catorce años, pasara tantos accidentes.

—Bueno, eso no se puede evitar, algunas personas son muy desafortunadas. – respondió el profesor Dumbledore distrayéndose por unos segundos. —Yo veo una magia excepcional en ella, tan solo es cosa de esperar, ella sabe que es mucho más, si ella quisiera, podría ser igual que la señorita Evans.

Rewrite the Stars |1| SIRIUS BLACK | EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora