XXI

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Ely sabia que muchas cosas vendrían después de aquella agradable tarde en compañía de James y Sirius, y cuando menos pensó, ya estaban de regreso en la plataforma 9 ¾, para ir de regreso a Hogwarts

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Ely sabia que muchas cosas vendrían después de aquella agradable tarde en compañía de James y Sirius, y cuando menos pensó, ya estaban de regreso en la plataforma 9 ¾, para ir de regreso a Hogwarts. Una Ely muy sonriente, se despedía de sus padres efusivamente, prometiéndoles que se portaría bien, pues la castaña no tenia planeado volver a su casa hasta el verano. Flora Dawson sonrió a su hija, acariciando su mejilla con dulzura, y sin dudarlo un poco, atrapo a Ely entre sus brazos con cariño. La despedida de su padre fue algo similar, solo que este se encargó de dejarle algo claro:

—no quiero que vuelvas a casa con compañía si lo vas a presentar como tu novio

Ely rio fuertemente del comentario de su padre, pero no respondió nada, simplemente se dedicó a sonreír y de abrazar una vez más a sus padres. A unos metros de ella encontró a Amelia, junto a sus hermanos (los cuales Ely no conoce) y sus padres; Ely le hizo saber que la esperaría en el tren, si tenían suerte, probablemente aun encontraría un compartimiento vacío.
La castaña avanzaba por el pasillo del tren, cargando con solo la jaula de su lechuza -que fue lo único que se había traído de Hogwarts- el tren aun no estaba lleno, pero algunos compartimientos ya estaban ocupados por al menos una persona. Ely abrió la puerta de un compartimiento sin tocas, como es normal en ella, tumbando un objeto que estaba detrás de la puerta, la castaña fijo su vista en lo que había caído sin ver quienes estaban ocupando aquel compartimiento; se rio de su torpeza y luego subió su castaña mirada hacia los presentes.

Sus ojos se abrieron grande con sorpresa, incluso se sonrojo un poco de la vergüenza. Confundida por el extraño pinchazo que sintió en el pecho, observaba sin decir absolutamente nada a la pareja que miraban a Ely aun en shock, una chica de cabello rubio completamente liso y largo hasta la cintura, veía a la castaña avergonzada con el rostro completamente rojo, pero sin soltar del cuello al chico, o siquiera de quitárselo de encima. El chico mantenía sus ojos abiertos y el rostro pálido, manteniendo su boca levemente abierta, Ely incluso reconoció los rastros de libro labial rosa esparcido por alrededor de sus labios.

—Lo siento... - se disculpo Ely bastante confundida. —...ustedes sigan en su asunto. – la castaña se apresuro en cerrar la puerta y seguir avanzando por el pasillo, para encontrar un compartimiento e intentar entender porque se sintió así con lo que acaba de ver.

Tan pronto como Ely cerro la puerta del compartimiento, el chico soltó a la rubia, y salió detrás de la castaña rápidamente, mientras se limpiaba los rastro de brillo labial de la cara.

—Ely – se acerco en dos zancadas a ella. —Oye...

Pero la castaña ni siquiera se atrevía a verlo a los ojos, y eso él lo notaba.

—¿podemos hablar? – pregunto el chico un tanto suplicante, a lo que Ely lo vio confundida, intentando disimular el extraño sentimiento de vacío en su pecho.

—¿sobre qué? – respondió fingiendo estar bien. Y lo hacia muy bien, porque el chico la miro confundido también. —¿sobre interrumpirte cuando estabas por tener sexo con aquella chica?

Rewrite the Stars |1| SIRIUS BLACK | EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora