XXXIX

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Aun cuando los exámenes habían pasado, los alumnos tanto de quinto como de séptimo no habían bajado la guardia; tras aquella semana dura de exámenes finales, les había quedado una completamente libre para solo disfrutarla en Hogwarts, dado que pas...

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Aun cuando los exámenes habían pasado, los alumnos tanto de quinto como de séptimo no habían bajado la guardia; tras aquella semana dura de exámenes finales, les había quedado una completamente libre para solo disfrutarla en Hogwarts, dado que pasando de esa ellos partirían de regreso a casa para no volver mas en septiembre como era de costumbre. 

Ely había pasado los primeros cinco días de la semana merodeando junto con sus amigas por los pasillos del colegio, dejándose llevar sin rumbo; se sentía diferente para ellas realizar aquellos paseos, pero los estaban disfrutando de la mejor manera posible; la castaña era la que se encontraba mas afectada sobre tener que dejar el colegio, pero sus amigas, Amelia y Lily, se habían encargado de hacerla olvidarse de lo que venía por un momento.

Ely se sentía envidiosa de los que aun eran del primer año, la castaña los veía caminando por el pasillo despreocupados, mientras que otros estaban jugando en los jardines de Hogwarts, aun les quedaba un largo tiempo para disfrutar de las aventuras que Hogwarts tiene preparado para cada alumno. Ely no pudo evitar sentirse culpable, pensando en lo mucho que se había perdido y que ya no había manera de recuperarlo, ni teniendo a los merodeadores como amigos, serian capaz de cumplir con todo lo que Ely habría gustado hacer; algunos como James, Sirius, Peter y Remus, habían aprovechado para disfrutar del colegio más que nunca de por fin dejarlo y afrontarse a los nuevos obstáculos, pero para su mala suerte, un día cuando creyeron que habían salido limpios de una broma pesada jugada en medio del pasillo del tercer piso, Filch los había atrapado en su escape, ¿y había obtenido un último castigo con el celador del colegio? No, algo peor y que les causaba mucha molestia: les había confiscado el mapa del merodeador. 

Esa vez los cuatro gryffindors regresaron a la sala común sintiéndose derrotados, habían perdido lo que más empeño habían puesto en sus vidas, algo que les había facilitado tantas cosas, y la más grande prueba de que sus años en Hogwarts habían sido de lo mejor.

—Pueden hacer otro. – sugirió Amelia esa tarde mientras abrazaba a su novio, pero aquello fue tomado como un insulto por los cuatro merodeadores.

—Nos tomó demasiado tiempo hacerlo, Lia. – le respondió Remus, evitando que Sirius le respondiera de mala gana. 

—y no será la misma, nadie además de nosotros sabe lo mucho que vivimos gracias a ese mapa. – agrego James, reflejando tristeza a través de sus grandes ojos castaños detrás de aquellas gafas. 

—En realidad, todos sabemos que ustedes iban hasta al baño con ese papel. – respondió Ely a James, quien había recibido entre sus brazos a Sirius.

—¿disculpa? – el pelinegro se giró bruscamente hacia la castaña indignado.
—¿papel? Elyssander, era mucho más que un simple papel, gracias al mapa logramos hacer las mejores bromas, hay tanto detrás. – le dijo, haciendo énfasis en "papel".

—¿acabas de llamarme por mi nombre completo? – pregunto confundida Ely.
—¿Qué ya dejé de ser "cariño" o "linda"? – cuestiono cruzándose de brazos.

Rewrite the Stars |1| SIRIUS BLACK | EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora