Rewrite the Stars |1| SIRIUS BLACK | EN PAUSA

XXV

Pronto los días pasaron tan rápido, mas de lo esperado; un día después de los exámenes, el ambiente en Hogwarts se comenzó a sentir liviano, pero también se sentía la combinación de la tristeza por parte de los de ultimo año. Ely estaba confiada con como le fue en los exámenes, se preparo y todo gracias a ayuda de Lily, y también de Edward. El ultimo partido de quidditch se jugó Ravenclaw contra Slytherin, donde las serpientes fueron quienes se quedaron con la copa de quidditch ese año,

Pocos días después de que Ely volviera al Valle de Godric, sus padres comenzaron a darle ciertas charlas que ella hubiera preferido evitar, algunas muy embarazosas, como para recordarle como es que nacen los bebes, y también charlas mas serias, como lo que estaba ocurriendo en ese momento en todo el "mundo" mágico; los padres de la castaña habían protegido la casa con varios encantamientos bastantes avanzados, la mayoría Ely los reconocía, pero habia otros que simplemente no ubicaba; así mismo, puesto que Ely y James habían formado una amistad bastante fuerte, los padres de ambos decidieron por fin conocerse, y habían ido los tres Dawson a la casa de los Potter a tomar el té. Todo habia ido bien, hasta que el señor Dawson recordó quien era el chico de cabello negro que estaba sentado a lado izquierdo de su hija, y la agradable visita habia paso a ser un divertido interrogatorio.

Los señores Potter veían con gracia como el padre de Ely interrogaba a Sirius, y James no podía estar mas encantado con la situación en la que su mejor amigo se encontraba, no muy seguido se podía ver a Sirius nervioso y casi sudando a gota gorda; Ely solo veía la escena a un metro de distancia, con los brazos cruzados sobre su pecho, esperando por el momento en que su madre por fin interviniera.

—entonces, ¿Qué edad dices que tienes? – pregunto por segunda vez el señor Dawson hacia el pelinegro.

—16 señor. – se apresuro a responder el chico.

—papá, suficiente, Sirius ni siquiera es mi novio. – dijo Ely por fin, acercándose hacia su padre y el chico. —Somos amigos, ¿Qué más necesitas saber?

—Hija, fui joven también, conozco esa mirada. – el señor Dawson entrecerró los ojos, y Sirius no pudo evitar sentirse aun mas intimidado. —¿Cómo dices que es tu apellido?

Sirius sabía lo que pasaría una vez se enterara de que familia proviene, y James también sabía que la reacción del padre de Ely no seria la mejor, los mismo señores Potter se sorprendieron de que un Black fuera amigo de un traidor a la sangre como ellos; en cambio Ely no sabia como seria la reacción de sus padres, solo deseaba que no fuera muy mala, ya que la castaña tenia pensado comenzar una relación con ese chico en poco tiempo.

—Black, Sirius Black. – respondió después casi treinta segundos de silencio.

La expresión del padre de Ely primero se endureció. Nunca tuvo buena relación con los Black, hubo un tiempo en los que tuvieron una relación incomoda entre ambas familias, los Dawson y los Black, pero después de que el padre de Abraham Dawson, padre de Ely, dijera frente s los abuelos de Sirius que no encontraba nada malo en los nacidos de muggles, Los Black reaccionaron bastante mal, y los Dawson prefirieron mejor mantenerse alejados de la familia mas importante dentro de la magia. Abraham Dawson se quedo varios segundos mirando sin decir ni una palabra a Sirius, desde que comenzó el interrogatorio noto la expresión del chico, y, aun así, en ningún momento el chico bajo la mirada.

—Un Black... -el padre de la castaña suavizo su expresión, y eso todos en la sala de estar lo notaron. —no has de compartir el mismo pensamiento sobre la pureza de la sangre como lo hacen todos en tu familia, ¿me equivoco?

El pelinegro negó rápidamente, sorprendiendo a la madre de Ely.

—Bien.

Y así fue como termino el extraño interrogatorio hacia Sirius; los Dawson volvieron pronto a su casa, pero en la casa de los Potter, Sirius aún se sentía nervioso y James solo se encargaba de recordarle lo "ridículo" que se vio durante todo el incómodo interrogatorio; días después, Ely se escribía con Lily y Amelia, tenia pensado invitar a las pelirrojas a quedarse en su casa por unos días, pero cuando estaba por pedir el permiso a sus padres, el Sr. Dawson la interrumpió, diciéndole que oficialmente ya podían comenzar trabajar en la tienda de quidditch en el callejón Diagon. Y a la mañana siguiente, James habia llegado a la casa de la castaña temprano, y en menos de cinco minutos partieron a través de la red flu hacia el caldero chorreante, para comenzar con el que sería su primer empleo.