Rewrite the Stars |1| SIRIUS BLACK | EN PAUSA

XXXIV

Si bien, siento que el tiempo últimamente ha ido avanzado algo lento, cada momento que paso con mis amigos lo siento en cámara lenta e incluso he llegado a pensar que no hay ruido. Se que puede llegar a ser algo dramático, pero nada avanza de manera lenta, es solo mi subconsciente, quiero creer que falta mucho tiempo para salir de Hogwarts y que todos nos enfrentemos directamente a nuestra realidad. Aquí dentro todo es tan tranquilo y divertido, pero cuando salimos a Hogsmeade, es cuando sabemos que ya no somos unos simples niños y que dentro de un par de meses dejaremos de estar protegidos y tendremos que cuidarnos por nuestra propia cuenta.

¿Qué va a suceder? No tengo ni la menor idea; Lily y yo tenemos pensado entrar a la escuela de medimagia o mas pronto posible, para así poder entrar a San Mungo en tiempo y forma el año que viene, pero también no logro quitarme de la cabeza la idea de tomarme el año, aunque bien se, que esta idea viene como excusa para quedarme en casa con mi padres aun cuidándome como si fuera aun una niña de seis años.

No puedo evitar preocuparme, se mas que nadie que pensar solo lo difícil que será mi vida saliendo de Hogwarts me traerá consecuencias, e intento ver todo como lo hacen mis amigos, no parecen preocuparse mucho por lo que viene, y los envidio tanto, desearía ser ese tipo de persona que fácilmente puede dejar las preocupaciones de lado para gozar del momento. Y debería hacerlo, gozar de lo que queda de mi estadía en Hogwarts y de la compañía de mis amigos.

—Quita esa cara. – dijo Amelia, quien se encontraba sentada cruzando la mesa, era la hora del almuerzo y la gran mayoría nos encontrábamos en el gran comedor.

—¿Cómo quieres que la quite? Es la que tengo desde hace 17 años. – respondí con algo de gracia, sin embargo, nadie rio. Mis amigas pelirrojas tan solo intercambiaron miradas y continuaron comiendo en silencio. —¿algo que quieran compartir?

Nuevamente guardaron silencio, algo estaba pasando últimamente entre nosotras tres y no tenía idea, según yo todo estaba normal, haciéndonos compañía como siempre. Pero hace uno días comencé a sentirme por algunos momento incomoda, ellas intercambiaban miradas de vez en cuando haciéndome sentir excluida.

—Nada, ¿algo que tú quieras compartir con nosotras? – hablo esta vez Lily.

—Absolutamente nada, les pregunte a ustedes porque tienen días excluyéndome. – dije encogiéndome de hombros.

—¿nosotras? ¿excluyéndote? – respondió Amelia para después soltar una risa leve, pero cargada de ironía. Sabía que escondían algo. —Ely, llevas bastante tiempo actuando muy extraño, desapareces por horas durante el día, y en las noches... ¿Qué crees que no nos daríamos cuenta de que sales de la sala común? – comenzó a decir algo molesta. Si entendía que no era muy sutil, y que pronto se darían cuenta de mi ausencia, pero aun así no entendía que era lo que les molestaba. —Casi no hablas, tienes la mirada perdida y tu cara expresa terror, así que habla de una vez por todas ¿Qué nos estas escondiendo?