XXVI

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LEER HASTA EL FINAL

Los días pasaron rápidamente, cada vez estaba mas cerca el primero de septiembre; los días se hacían más sombríos y fríos, a pesar de ser verano, el sol no se veía brillar en el cielo, y los muggles también notaban el cambio. Los señores Dawson se aseguraban de mantener segura su casa, y asegurándose de que su hija se fuera segura a su empleo vacacional en la tienda de quidditch de la familia; en el ministerio estaban todos trabajando duro, intentaban mantener la calma, pero simplemente era algo que se les iba de las manos. Cada vez eran mas ataques a muggles, nacidos de muggles, e incluso a mestizos; cada día habia bajas en el departamento de aurores y Lord Voldemort tan solo se hacia mas poderoso. El primer ministro habia llegado a un punto de dejarse caer en la silla de su escritorio, pensando como fue que esto se les salió de sus manos.

Ely quería evitar ver el periódico "El Profeta", no estaba dispuesta a ver la realidad; ella solo podía pensar como era posible que en un mundo que hace tantas maravillas, puede haber personas tan malas. Lord Voldemort no solo es malo, sino también cruel.

Tanto Ely como James continuaron trabajando con mucho gusto en la tienda de quidditch, y una semana antes del primero de septiembre, la tienda se lleno de gente, lo cual estreso un poco a los gryffindors, pero cuando terminaron su turno salieron con propinas y una buena paga; James no pudo comprarse la escoba mas nuevo de la tienda, y como faltaba poco para volver a Hogwarts, opto por comprar una escoba mas barata pero mucho mejor que la que solía usar antes.

—No es lo que quería, pero me gusta mucho. – habia dicho James cuando regresaban de renunciar del empleo, era aun de día, y ambos tenían bastante dinero ahorrado; él y Sirius se habían tomado muy enserio lo de guardar dinero para alquilar un departamento en el Londres Muggle después de Hogwarts, Ely tan solo podía sentirse feliz por ellos, porque veía que si cumplirían lo que se habían propuesto.

—Si, además la compraste con dinero tuyo, eso lo hace mucho mejor. – dijo Ely.

—tienes razón, ahora aprecio aun mas todo lo que mis padres han hecho por mí. – respondió el chico de gafas pasándose la mano por la nuca. —¿A dónde vamos? Porque me estoy muriendo de hambre.

—Bueno querido Cornamenta. – el azabache sonrió ampliamente, era la primera vez que Ely lo llamaba así. —tu iras a tu casa, y prepararas todas tus cosas para el regreso a Hogwarts.

—¿y tu que harás? Prometí a tus padres cuidarte. – ambos se detuvieron en gringotts. —y también le prometí a Canuto que no dejaría que ningún chico se acercara a ti.

—bueno, mis padres saben que puedo cuidarme sola, y con respecto a lo último, simplemente no tiene sentido. – respondió Ely. —¿entraras conmigo? Sinceramente, los duendes me ponen un poco nerviosa.

—Si, como sea. – respondió el azabache abriendo la puerta para que Ely entrara primero. —¿a que venimos a gringotts?

—a bañarnos, James. – respondió Ely con sarcasmo, haciendo reír al azabache.
—quiero cambiar algunos galeones por dinero muggle.

—¿necesito saber porque ocupas dinero muggle? No sabes nada sobre dinero muggle, Ely.

—Bueno, James, pero una de mis mejores amigas si que sabe. – dijo Ely en voz baja mientras se acercaban hacia el duende al fondo del edificio.

—¿saldrás con mi bella y futuro esposa? Quiero ir.

—de ningún manera, James, es una salida de chicas. – Ely miro seriamente a su amigo. —además, te aburrirás al instante.

—no hay manera alguna en la que me aburra si estoy con mi Lily flor. – Ely rio por lo bajo al escucharlo, pero le causo ternura su comentario.

—créeme, este tipo de salidas si te aburrirán.

Rewrite the Stars |1| SIRIUS BLACK | EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora