"LA SEÑAL - SEGUNDA TEMPORADA"

Capítulo 20: "Revelaciones y nostalgia"

Un joven de cabello alborotado escuchaba absorto lo que una mariposa le decía con voz débil debido a su estado.

Soy Milka, la madre Milk, sé que suena increíble pero esa es la verdad,...., decía la mariposa siendo interrumpida por el apuesto joven.

Pe...pero la madre de mi niña está......, decía Gokú siendo está vez el interrumpido por la mariposa.

Muerta, lo sé, yo morí cuando mi niña nació, pero el cuerpo es quien se entierra pero el alma o espíritu sigue viviendo, ese es el secreto del más allá, uno nunca muere solo trasmigra, se reencarna, en mi caso mi espíritu se reencarno en otro cuerpo, en realidad durante estos años he pasado por muchas formas no humanas, y mi última forma desde que mi niña llego a vivir a Paoz, fue está, de mariposa, no sabes la felicidad que sentí al verla aquí, en este pueblo cerca de mí, desde entonces no me aleje de ella y más sabiendo las malvadas intenciones de esa bruja, porque yo me entere de ellas, de sus planes y también sabía que el único que podía acabar con su maldad e impedir que mi niña cayera en uno de sus hechizos eras tú, por eso no hice nada para evitar lo que vendría, además yo no podía luchar contra esa hechicera sola, ella no me puede escuchar, así haya tenido poderes sobrenaturales no podía hacerlo, ella ni nadie podía hacerlo,......, añadió la mariposa.

Pero entonces como yo sí puedo oírte, dijo Gokú.

Tú alma noble lo permite, solo las personas de alma noble, pura, pueden ver más allá de lo normal, tienen un séptimo, sentido, respondió la mariposa.

Dirás sexto, corrigió Gokú.

No, séptimo, séptimo sentido, el sexto es la intuición y el séptimo va más allá de ello, dijo la mariposa.

Claro, ya entendí, respondió Gokú mientras empezaba a dar unos pasos con la mariposa en sus manos.

No, no avances, dijo la mariposa.

Necesitas que te curen, te llevare al pueblo, respondió Gokú.

No, no es necesario, mi ciclo como mariposa ya se cumplió, y me voy feliz porque pude evitar que esa hechicera destruyera su amor, salve a mi hija y a ti de esa chica malvada, decía la mariposa con debilidad.

Milk vive, lo sabía vive, dijo Gokú con ilusión a pesar de la nostalgia que sentía al ver a la mariposa tan débil.

Si, ella duerme profundamente, yo la rocié con un polvo para que ella durmiera hasta que tú llegues por ella, pero antes tienes que tomar el talismán, respondió la mariposa.

¿El talismán?, dijo Gokú.

Si, el talismán donde se encuentra la hechicera, tienes que tomarlo, no lo puedes dejar aquí, respondió la mariposa con extremada debilidad.

¿Y qué hago con el?, ¿lo destruyo?, dijo Gokú.

No, no puedes destruirlo, debes guardarlo en un lugar muy seguro, donde nadie lo encuentre, si lo destruyes no sabemos que pueda pasar, recuerda que quien está dentro de ese talismán no es un ser humano cualquiera, a lo mejor ella creo este talismán pensando en la posibilidad de caer atrapada en este y de que alguien lo encuentre y lo destruya y así librarse del encierro,....., decía la mariposa.

Si, tienen razón, Cirys es muy astuta, de seguro pensó en todo, si yo lograba capturarla en el, lo más probable era que destruiría el talismán y con ello la eliminaría para siempre, pero si ella le puso un hechizo de protección como que si alguien toma el talismán y rompa el mismo la libera del hechizo,...., respondía Gokú.

A ello me refería, decía con dificultad la mariposa.

Bueno buscare el talismán y lo guardare en un lugar seguro, pero ahora dígame, ¿dónde está mi niña?, respondió el joven de cabello alborotado.