(Últimos capítulos)
Un apuesto jovencito de cabello alborotado miraba expectante, los tres elementos que había mencionado con anterioridad: Cielo, tierra y agua.
Los segundos le parecían eternos, mirando en los tres elementos en la espera de poder ver aquella señal que lo lleve junto a su amada, luego de algunos minutos que le parecieron eternos, un fuerte aire empezó a soplar alrededor, pero él para nada perdía la concentración, a los pocos segundos, un ruido parecido al sonido de un rayo se escuchó, Gokú poso su mirada en dirección a donde él había sentido que provenía el ruido, de repente empezó a formarse una especie de remolino en la catarata, remolino que hizo que el agua detuviera su caída mientras en medió de ese remolino, se formaba un corazón que aunque transparente él, debido a sus poderes sobrenaturales, podía verlo claramente.
Los ojos del apuesto jovencito de cabello alborotado empezaron a nublarse por las lágrimas al tiempo que en medio del corazón se plasmaban las iniciales del nombre de su amada y de él.
No, puedo creerlo, estás en este manantial, pensó Gokú sin despegar la mirada del corazón, al tiempo que el viento resoplo aún más haciendo que el corazón formado en la catarata se partiera en dos dejando ver que tras este había algo más que una superficie rocosa.
¿Una cueva?, dijo Gokú sorprendido, al tiempo que el corazón volvía a unirse, mientras el apuesto jovencito seguía diciendo: Si, fue una cueva, una cueva, detrás de la catarata, había una cueva, una cueva que yo no llegue a notar.
Luego de ello, un fuerte ruido se escuchó en el lugar, al poco rato, el corazón desapareció, la catarata volvió a su curso, mientras gruesas gotas de lluvia empezaron a caer, mojando el cuerpo del apuesto jovencito.
Milk, mi bella niña, estás en esa cueva, estas en esa cueva, pensaba Gokú cuando el sonido de su celular lo saco de sus pensamientos.
Gokú tomo su celular como autónoma y dijo: ¡Alo¡
Mi niño, al fin entra una de mis llamadas, me tienes muy preocupada, él no saber de ti, me tenía preocupada, escucho Gokú.
Mamá, la encontré, respondió emocionado Gokú.
¿Qué dices hijo?, escucho Gokú.
La encontré madre, la encontré, mi bella niña, mi bella niña vive, vive, respondió Gokú emocionado.
¿Cómo está mi hija?, ¿está bien?, ¿no está lesionada?, escucho, Gokú.
Señor Ox, aún no estoy con ella, pero en unos minutos lo estaré, fue muy difícil encontrarla, pero nuestro amor pudo vencer una vez más los malvados hechizos de Cirys, ahora iré por Milk, y en unas horas estaremos en Paoz, nuevamente juntos, todos felices, respondió Gokú.
¡Gracias hijo¡ ¡Gracias por cumplir tú promesa de traer de vuelta a mi niña¡ escucho Gokú, al tiempo que la lluvia ceso, y el cielo empezó a despejarse.
Voy por Milk, en cuanto este con ella, me contactare con usted, dijo Gokú dando así por concluida la llamada.
Paoz:
Un gigantesco hombre decía emocionado: Mi hija, mi hija, vive, vive, y pronto estará aquí con su novio.
Sí, eso me dijo mi niño, respondió Gine.
Pues abra que preparar una deliciosa comida para recibirlos, dijo Bardock.
Sí, es cierto, ahora voy a hablar con las empleadas para que preparen la comida favorita de mi niña y que por cierto también le fascina a Gokú, respondió el señor Ox, al tiempo que un joven moreno entraba al lugar seguido de un grupo de jóvenes.
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"LA SEÑAL - SEGUNDA TEMPORADA"
RomanceCirys no soporta ver que su hechizo fue roto y ahora quiere cobrar venganza con la persona que ayudo a destruirlo. Un nuevo hechizo, una nueva prueba para un amor que había empezado hacerse real. Nuevamente el amor será más grande que la maldad, des...