Capítulo 36.

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Estoy llorando otra vez ¡Joder no me gusta llorar! Mariana también esta llorando se levanta de su silla y viene hacia mi.
— Sería un verdadero honor para mi aceptar ser la novia de Oriana San Miguel - Mariana me besa de forma dulce y cariñosa, creo que trata de decirme que está ahí para mi
— Te amo Oriana

El resto del día fue muy especial para nosotras, creo que ambas soltamos muchos miedos y barreras durante la conversación de la mañana, ahora como que nos sentimos más cómodas la una con la otra. Llamamos a los abuelos para darles la noticia, se alegraron mucho, el abuelo me sorprendió cuando dijo que ya se lo imaginaba. También hablamos con Sam, que pego un grito rompe tímpanos, gracias a Dios teníamos el teléfono en altavoz alejado de nuestros oídos. Fue maravilloso saber que los integrantes de de mi familia esperaban que se diera una relación entre las dos. El hecho de que ellos estuvieran de acuerdo me producía paz y tranquilidad.
A la mañana siguiente tomamos carretera temprano, llegamos a casa un poco después de las 2 de la tarde, Mariana se ofreció a desempacar, yo fui directo a la oficina que tengo en casa para revisar algunas cosas importantes de la empresa, por suerte decidimos almorzar en el camino. El trabajo me absorbió tanto que no note cuanto tiempo había pasado hasta que Mariana entro con una bandeja.
— Qué traes ahí cariño? Ven deja te ayudo
— Tranquila que puedo sola, te trigo una especie de refrigerio, llevas como tres horas aquí encerrada y no has comido nada desde el almuerzo
— No te hubieras molestado - le ayudó a descargar los platos de la bandeja en el escritorio - Además yo se que lo del refrigerio es sólo una excusa para verme, ya me extrañabas?
— Eres una egocéntrica - finge estar molesta y luego sonríe - Tienes razón ya extrañaba verte.
Escucharla decir aquello me genera tanta satisfacción, me hace sentir bien, querida, amada.
— Yo también te extrañaba - le digo cada palabra entre beso y beso - Amor - me voy hasta su espalda , así tengo mejor acceso a su cuello.
— Hummm - se supone que esa es la respuesta de Mariana, sólo que está en modo ronroneo
— Si te dijera que tengo hambre pero no de comida ¿Qué dirías?
— Diría que Caperucita está a punto de ser devorada por el lobo feroz.
— Exacto y me atrevo a decir que el lobo va a disfrutar mucho de su refrigerio, créeme nunca le pareció tan apetitoso como hoy.

Del Amor Al Odio Y Del Odio Al Amor (Completa - Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora