Del Amor Al Odio Y Del Odio Al Amor (Completa - Terminada)

Capítulo 38.

Mentiras, aún había bastante comida sobre la mesa.
— Como saben el próximo sábado es mi boda con Emilio - Sara tuvo que parar porque la mesa estalló en vítores - Si, se que están emocionados, pero como les decía es mi boda y quería proponerle a Mariana sumarse a mis damas de honor
Esta vez la mesa comienza a cantar: Mariana, Mariana, Mariana, Mariana
— Claro que si Sara acepto ser tu dama de honor
— Muchas gracias Mariana,  también quiero pedirle a Sam si quiere ser mi damita de las flores - Sara mira a Sam a la espera de una respuesta - Qué dices Sam?
La mesa comienza a cantar nuevamente, pero esta vez con el nombre de Sam: Sam, Sam, Sam, Sam, Sam, Sam, Sam, Sam, Sam
— Esta bien, está bien, acepto aunque creo que estoy muy grande para eso.

Del lado contrario de la mesa Salomé miraba como Oriana tomaba la mano de su novia y se la besaba, también le susurraba al oído y reía mucho con ella.
— Realmente esta enamorada de ella
— Qué dijiste? - Jorge estaba a su lado y sabía hacia donde miraba Salomé
— Digo que Oriana esta enamorada de Mariana, de verdad
— Si eso parece - Jorge sabía lo que se sentía no poder estar con la persona amada, el está enamorado de Salomé, pero ella sigue sintiendo cosas por Oriana - Tranquila Saló, es bueno verla feliz, se que es duro ver a la persona que amas con otra persona diferente a ti, pero lo importante es desearle la felicidad y alegrarse porque esa persona la encuentre aunque no sea contigo - la cara de Saló era un poema - Te confundí cierto?
— No, en realidad wao, eres un encanto, gracias por tu apoyo Jorge
— Soy tu amigo y sabes que puedes contar conmigo.

...

Era de madrugada cuanto Sam salió de su cuarto en busca de Mariana, a la que ella consideraba como otra hermana, Mariana se había ganado su cariño y respeto, cuando su hermana Oriana le dio la noticia de la relación sentimental entre ellas, no pudo ser más feliz.
Llegó hasta la habitación de las tortolitas y giro la perilla, una vez dentro camino hasta la cama, las encontró acurrucadas, Por qué no le extrañaba? Llamo suavemente a Mariana, la cual despertó en el acto

— Ya es hora Mariana - la semi -dormida asintió y se levantó de la cama, intento ponerse sus chanclas pero tropezó varias veces, hasta que al fin logró.
— No te preocupes por el ruido, Oriana duerme como un tronco, no se despertaria ni porque la guerra civil iniciará en su habitación.
— No seas tan exagerada Sam - amabas soltaron la carcajada y bajaron las escaleras rumbo a la cocina.