Del Amor Al Odio Y Del Odio Al Amor (Completa - Terminada)

Capítulo 49.

- Por qué no ha despertado aún?
- Porque el somnifero que le pusieron es muy fuerte, su efecto dura entre 10 y 12 horas.
Mariana comenzó abrir los ojos poco a poco, estaba desorientada
- Dónde estoy?
- Bienvenida al infierno Marianita - esa voz? Mariana reconocía esa voz, si su cerebro colaborará un poco, podría recordar de quien era.
- Aún no le ha pasado del todo el efecto del somnifero, mi contacto dice que debemos dejar pasar el día de hoy y pedir el dinero mañana, luego esperar otro día para dar las indicaciones del lugar donde deben dejarlo. Una vez tengamos el dinero en nuestro poder, lo repartimos, tu te vas con Mariana ya que estas tan enamorada de ella, eso sí llevala muy lejos, nuestro contacto sólo quiere tener a Oriana para ella sola y a mi solo me basta con el dinero. Has entendido? Su cómplice asintió complacida
- Por fin tengo a Mariana en mi poder, para mi sola - Se acercó hasta ella y comenzó a tocarla, su cabello, sus mejillas, sus labios. Mariana trataba de esquivar y evitar su contacto, todo eso era muy repulsivo para ella, pero como la tenían atada veía un poco complicado poder defenderse; finalmente comenzó a besarla, Mariana la mordió como mecanismo de defensa - Maldita zorra como te atreves a morderme - abofeteo de forma fuerte a Mariana varias veces - Entiende esto mi amor, no importa cuántos berrinches o pataletas hagas, tu eres mi mujer y vas aprender a respetarme. De una vez te digo que lo mejor para ti es sacar a Oriana San Miguel de tu cabeza porque no la vas a volver a ver. A partir de este momento debes comenzar amarme a mi.
- Nunca voy amarte - Mariana escupió su cara - Oyeme bien nunca voy a enamorarme de ti, la única mujer a la que amo y a la que voy amar siempre es a Oriana San Miguel - acabo de decir aquello cuando sintió otra bofetada de nuevo sobre su cara.
- Pasame un trapo para amordazarla, no quiero seguir escuchando sus estupideces.

...

Habían pasado ya dos días y esos secuestradores no llamaban, la casa de los San Miguel era una casa de rostros desolados, desesperados ante la impotencia de no poder hacer nada. Oriana seguía encerrada en el estudio, no quería comer, no quería hablar con nadie, sólo lloraba y luego exhausta se dormía abrazada a la foto de Mariana. Ni la policía ni el equipo de seguridad lograron encontrar algún rastro o pista que los llevará hasta la mujer. Gonzalo gracias a Dios sobrevivió a la operación, estaba recuperándose, de todas formas no era mucho lo que podía aportar.
Comenzaron a tocar la puerta del estudio, acaso no habían entendido que no quería ver ni hablar con nadie.
- Quien quiera que sea váyase no pienso abrir
-

Oriana hermana soy yo Sam, déjame entrar por favor - era su hermana ella la adoraba pero no quería que Sam la viera en ese estado tan deprimente

- No, vete Sam y no vuelvas por aquí
Sam se fue triste en dirección al jardín, estaba por girar hacia el lugar donde tenían la mesita de reuniones, pero se detuvo cuando comenzó a escuchar parte de una conversación muy extraña.
- "Deben tenerla muy vigilada" "Llamen por la noche y sólo pidan el dinero, no vayan a dar más explicaciones" "voy para allá, últimamos algunos detalles, luego si nos vimos no me acuerdo" "Oriana esta triste por el momento, pero yo me voy a encargar de enamorarla"
En la familia San Miguel siempre se dijo que Sam era una chica muy lista, ella no tenía tiempo de ponerse a explicar lo que acababa de oír a nadie, Oriana estaba encerrada y no hablaba con nadie; o tal vez si, debía contarle todo a Oriana, ella era más grande sabría mejor que hacer.
Se puso a pensar en el sueño que tuvo la noche anterior, y justo aparecía ella con un aura muy negativa a su alrededor. Espero hasta que la mujer abandonará la casa y corrió al estudio, tenía que sacar a su hermana de ahí, la vida de Mariana dependía de aquello.