Del Amor Al Odio Y Del Odio Al Amor (Completa - Terminada)

Capítulo 51.

Una vez que Sam y yo le dimos todas la información a la policía, partimos en rescate de Caperucita, la adrenalina corría por todo mi cuerpo. Al principio el equipo de seguridad y la policía se opusieron a que la familia fuera en el operativo pero ninguno de nosotros dio su brazo a torcer, eso sí nos advirtieron que debíamos permanecer lejos de la zona de acción. En este momento sólo pienso en dos cosas, la número 1 y más importante es que mi Mariana este bien, y poder volver abrazarla y sentir su piel calientita entre mis brazos; la número dos es poder retorcer el cuello de las personas crueles, mezquinas, engendros del demonio que se atrevieron a tocar a mi mujer. Mariana merece felicidad, no pasar por todo esto, ay Diosito si me permites recuperarla te prometo que no voy a perderla ni un segundo de vista, voy a protegerla, voy a cuidarla, quiero hacerla feliz, ¡Por Dios, déjenme hacerla feliz!
Han escuchado esa canción de Nicky Jam y Valentino que dice "Voy a protegerte juro nadie va a tocarte, porque tienen que matarme antes de que le hagan daño a mi bebé" esta canción refleja muy bien lo que estoy pensando justo ahora.
De los nervios que tengo, siento como si no pudiera respirar, mi corazón late tan rápido, al punto de querer salir, mi estómago parece un puño de lo apretado que está y mis manos no paran de sudar. Lo único que puedo hacer por ahora es rogar y rogar porque todo salga bien, necesito tener de vuelta a mi mujer.

— Rodeen todo el perímetro - el capitán impartió órdenes a sus hombres - Recuerden nuestro objetivo es rescatar a la joven sana y salva - paso la mirada por cada uno de sus hombres - Tengan cuidado no sabemos cuántas personas hay en esa cabaña.

Los policías iniciaron su trabajo de rodear todo el perímetro alrededor de la cabaña, son muy cautelosos en su tarea, quisiera correr detrás de ellos, entrar y rescatar a Mariana, pero sería una tontería lo único que ocasionaria es ponerla en riesgo, así que tomó la mano de Sam, ella la aprieta, también esta al límite, los abuelos están detrás de nosotras, el abuelo tiene sus manos apoyadas en mis hombros, la tensión es palpable.
El capitán llegó justo en frente de la puerta de la cabaña, esta a punto de patearla, pero esta se abre antes y veo salir a Salomé con una pistola que apunta a la cabeza de Mariana, detrás de ella vienen Karla y Mirna, miro a mi Caperucita esta aterrada y temblando. Me parte el alma verla así, no aguanto más e intento salir corriendo pero mis abuelos lo impiden, me están sujetando fuerte.
— No Oriana, tienes que tratar de calmarte, no ves que puedes poner a Mariana en riesgo - Sam está intentando que sea razonable, pero es que no puedo serlo, es mi mujer a la que están apuntando con el arma - Créeme hermana yo se como debes sentirte, yo diría que todos lo entendemos; es a nuestra Mariana a la que tienen allá, todos tenemos ganas de ir y acabar con ellas. Pero ahora la clave es tener paciencia Oriana, no ves que ellas saben que están acorraladas, saben que están pérdidas, y esto las puede llevar a cometer una locura como disparar el arma. Así que hazlo por Mariana y calmate - Sam toma mi rostro en sus pequeñas manos - Lo que Mariana necesita en este momento es tu fuerza, hazle saber que todo va a salir bien.
— A veces odio que seas una sabelotodo - limpio las lágrimas con mi mano - Pero casi siempre le doy las gracias a Dios porque papá le haya marcado otro gol a mamá.
La pequeña broma hace que los niveles de tensión disminuyan por un momento. No quiero volver a mirar la escena, no quiero esa pistola en la sien de Mariana, pero como dijo Sam esto no se trata de mi, debo ser fuerte por ella.
— Le repito señorita baje el arma - el capitán esta hablando con Salomé en un tono bajo pero serio.
— Le repito que no pienso hacerlo - Salomé parece poseída, esta histérica - Esta recogida va a morir, a menos que ustedes se hagan a un lado y dejen que mis socias y yo pasemos.
Si Salomé se va con Mariana tal vez nunca logremos encontrarla y sino le permiten el paso la vida de Mariana corre mucho riesgo. No puedo seguir aquí como una espectadora pasiva mientras la mujer que amo esta a punto de morir.