Has escuchado ese dicho que dice, que del odio al amor hay un paso? Porque yo si, aunque sinceramente no creía que tal cosa fuera posible, sin embargo descubrí que del odio más profundo puede nacer un amor fuerte, hermoso, noble y puro.
la odie nada...
— Es una hermosa familia la que tienes aquí - la abuela mira con ternura a mi Caperucita, le da un beso en la frente y luego besa a nuestros bebés. El abuelo esta encantado y orgulloso de sus bisnietos, Sam no cabe de la dicha, esta entrenándose como tía y por partida doble. — Será mejor dejarlos descansar - la abuela besa una vez más a Mariana y a los bebés - Estoy tan feliz mi vida. Mis abuelos y Sam abandonan la habitación, yo estoy que exploto de la alegría, ayer en la noche en el hospital Hope Color mi esposa dio a luz a nuestros bebés, tuvimos mellizos, una niña y un niño, a los cuales decidimos llamar Sofía y Lucas San Miguel. Esta tarde llegamos a la casa y la familia preparo una bienvenida muy bonita, nuestra habitación estaba llena de globos y regalos. Mariana y los bebés están dormidos y yo estoy botando la baba por ellos. Me acerco a la cuna para ver a mis hijos dormir, el corazón se me llena de ternura, de tanto amor, ¡Dios! Es un sentimiento único, los acabo de conocer y ya son dueños de mi. Comienzo a pasar mis dedo por sus caritas tan chiquitas, ellos se estiran en busca de mi mano. — Estas botando la baba literalmente - mi esposa esta sonriendo, aunque se ve un poco cansada y no es para menos, estuvo de trabajo de parto durante horas, además no tuvo un sólo bebé sino dos. Pero aquí estoy yo para consentirla y mimarla, también he contratado ayuda extra, no quiero a mi Caperucita sobrepasada o fatigada. — Despertaste hermosa - beso su mano con suavidad, mi Mariana es tan hermosa que me quita el aliento siempre - Tienes hambre mi amor? — No, con toda esa comida que me has estado dando, estoy super llena. Porque mejor no vienes aquí a la cama y nos acurrucamos un ratito — Eso no tienes ni que pedirlo - me meto a la cama con mi Caperucita y la encierro entre mis brazos como tanto le gusta - Tú crees qué seremos buenas madres o los echaremos a perder? Mariana se da vuelta para quedar frente a frente - Realmente no lo se mi amor, pero yo confío en que haremos lo mejor. — Si vamos a dar lo mejor de nosotras para ellos y por ellos. — Eres una linda - Mariana me besa y luego me lanza esa sonrisa chulesca - No me digas que la gran loba Oreo San Miguel tiene miedo? — Pues si un poco, quiero ser una buena madre para Sofi y para Lucas y una buena esposa para ti, y... Mariana pone un dedo en mis labios y me besa de nuevo, ella sabe como relajarme, amo que me regale sonrisas como la que tiene ahora. — Oh señora loba Oreo feroz, que manos tan hermosas tienes - al parecer mi Caperucita quiere jugar. — Son para abrazarte mejor — Y que ojos tan bonitos tienes — Son para verte mejor — Y que labios tan apetecibles tienes — Son para besarte mejor — Y que orejas tan increíbles tienes — Son para escucharte mejor — Y que corazón más maravilloso tienes - en esta parte, ella siempre pone una de sus manos en mi corazón. — Este corazón fue hecho para amarte mejor Caperucita, cada día mejor. ———————————————— Hemos llegado al final de esta historia, no me queda más que agradecer a todas las personas que le dieron una oportunidad a esta historia. A las que estuvieron desde el principio, los que se fueron sumando y las que se sumarán. Espero que Oriana y Mariana hayan enamorado su corazón y les hayan hecho entender que se puede pasar Del Amor al Odio y del Odio al Amor en un solo paso. Saludos, besos y abrazos para todos y todas, se les quiere :-) :-).
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