-¡Nero!- gritaste haciendo que el ojiazul se golpeara levemente la frente con el metal de la camioneta
-¿Qué demonios?- murmuro con irritación poniéndose de pie sosteniendo una llave inglesa en la mano derecha
-Dile a Nico que volveré antes de las doce- Nero entrecerró los ojos dándote un rápido vistazo, llevabas una falda que apenas te cubría lo necesario y una blusa negra bastante ajustada
-¿Vas a salir así?- te pregunto
-Si- le dijiste dedicándole una sonrisa traviesa -¿por qué?- Nero gruñó en voz baja
-Por nada- contesto con fastidio. No tenias idea por que le molestaba verte vestida de aquel modo. Hasta donde tu sabias el tenia novia y aparentemente estaba muy enamorado. Tu en cambio sentías una ligera atracción hacia el. En realidad no era para nada ligera, te sentías completamente atraída por los encantos del caza demonios y te gustaba molestarlo diciéndole lo sexy que se veía con las mangas de la camisa remangadas o con ese nuevo corte de cabello con el que podías ver mejor sus ojos, en definitiva también recordabas la broma que hiciste cuando viste a Nero con sus dos brazos humanos, recuerdas haberlo visto sonrojarse y casi te dieron ganas de lanzarte a sus brazos y plantarle un beso, pero no lo hiciste por que Nero no parecía tener interés en ti. Cuando llegabas a verlo el solo le ponía atención a Nico y sus inventos, no te daban celos, a Nico no le interesaban los chicos en absoluto, simplemente querías tener la atención de el por algunos instantes.
Lo habías intentado muchas veces y empezabas a darte por vencida, tal vez en realidad no tenias una oportunidad con el chico, así que decidiste que esta seria tu ultima oportunidad. Te vestiste con la ropa mas sexy que tenias, algo que jamás te habrías puesto para salir por que era demasiado corto o provocativo, pero por el momento era justo lo que necesitabas. Bajaste a la cochera sabiendo de antemano que Nero estaría ahí trabajando en el motor de la camioneta, viste su cuerpo tendido en la camilla, su torso trabajado y bien definido sobresaliendo a través de la playera guinda sin mangas, se veía increíblemente tentador, así que te quedaste viéndolo trabajar unos minutos antes de gritar su nombre.
-Entonces ¿le puedes dar a Nico mi mensaje?- le preguntaste
-¿Por que no le llamas y se lo dices tu misma?-
-No me contesta- le explicaste ¿no crees que ya lo hubiera hecho? ¿O piensas que solo busco un pretexto para hablar contigo por que eres el hombre mas sexy que eh visto?- Nero frunce el seño y aunque intenta disimularlo puedes ver como sus mejillas se sonrojan
-¿De verdad piensas eso?- te pregunta con voz baja y seductora
-Si- le respondes intentando no tartamudear, el te observa de pies a cabeza y se muerde el labio
-Tu también te ves sexy- termina confesando y por un momento no puedes creerlo hasta que acorta la distancia y su mano derecha se posa sobre tu espalda, el se inclina un poco para susurrarte al oído
-Tu novio se va a poner celoso si sigues coqueteando conmigo-
-No tengo novio- refutas, siguiendole el juego
-Eso no es lo que Nico me dijo cuando le conté que pensaba invitarte a salir- podias imaginarte las carcajadas de Nico riéndose por la situación que había provocado por una simple mentira, pensabas matarla apenas la vieras, pero eso seria en otra ocasión, justo ahora preferías enfocarte en Nero y lo que estaba pasando entre ustedes
-¿Y Kyrie?- preguntaste
-Es parte de mi familia, pero ya no tengo ningún interés romántico en ella- sentiste un increíble alivio al escuchar sus palabras y entonces aprovechaste la oportunidad. Te acercaste a Nero rodeando su cuello con tus brazos y lo besaste. La sensación de sus labios sobre los tuyos era algo que jamás imaginaste sentir, principalmente por que el estaba correspondiendo el beso y la manera en que te sostenía de la cintura te hacia sentir vulnerable y protegida a la vez. La intensidad se elevo cuando Nero decidió que era tiempo de explorar tu boca con su lengua, el contacto húmedo provoco que se te escapara un gemido prácticamente imperceptible para el oído humano, pero no para Nero que te apego mas a el. Sentiste su mano bajar hasta tu falda donde levanto ligeramente la tela para acariciarte el muslo desnudo. Estabas a punto de perderte completamente, sino hubiera sido por que Nico entro a la cochera sorprendiéndolos en el comprometedor acto
-Debería irme- la escuchaste decir -antes de que intenten matarme por haberles mentido- la puerta se cerro inmediatamente, escuchaste a Nico subir por las escaleras y devolviste tu atención a Nero
-Yo también debería irme- dijiste para hacerlo enojar
-¿En verdad vas a salir así?- te pregunto con incredulidad
-Mis amigos me están esperando- le explicaste con fingido desinterés, querías ver que tanto mas podías provocarlo antes de que aceptara que sentía algo por ti, pero Nero no dijo nada a pesar de su evidente enojo, se dio la vuelta y se recostó en la camilla para volver a trabajar en el motor de la camioneta. Las cosas no habían salido como pensabas, te diste la vuelta decepcionada completamente y cuando estabas a punto de abrir la puerta lo escuchaste decir
-Si te quedas, prometo que nos divertiremos juntos- no pudiste evitar la sonrisa que apareció en tus labios, eso era todo lo que necesitabas oír esa noche.