Tres extraños. Final

683 66 6
                                    

Tu hermano estaba furioso, lo  sabias por que no era normal en él contestarte de manera cortante, no era para nada normal que su tono de voz aumentara mientras te preguntaba por que habías ido a la oficina de Dante y lo peor de todo es que se había negado a responder cuando le contaste la razón y que Dante te había dicho que seria mejor si se lo preguntabas a él . La expresión de tu hermano cambio en ese instante, sin embargo tus padres llegaron para salvarlo del interrogatorio y por algún motivo te dio la sospecha que ellos también te estaban ocultando algo.

A la mañana siguiente te negaste a que tu hermano te acompañara, seguías enfadada y cansada que todos te guardaran secretos, creías que podrías manejar cualquier cosa que te dijeran, que tenias la madurez necesaria para enfrentar la verdad.

A dos cuadras antes de llegar al local de pizza observaste una figura bastante familiar. Nero estaba recargado en la pared de ladrillo de un negocio, enseguida de una lámpara de alumbrado publico, con los brazos cruzados y la cabeza agachada. Alzo la vista cuando escucho tus pasos, sus ojos se iluminaron de una manera poco habitual, te dio la impresión que estaba feliz de verte. No había duda que últimamente no eras la persona mas racional del planeta, pero te daba igual no tenias por que serlo, no le debías nada a nadie mucho menos cuando todos te trataban como a una niña

-_____ espera- llamo Nero cuando pasaste de largo sin mirarlo, lo ignoraste por completo caminando hacia el otro lado de la calle. No tardo mucho en alcanzarte, sostuvo tu muñeca y te obligo a verlo

-¿Qué quieres?- preguntaste sonando mas ruda de lo normal

-¿Te dijo algo tu hermano?- cuestiono

-No ¿deberia haberme dicho algo? – Sabias la respuesta, sabias que tu hermano debio haberte dado una explicación, era lo mas logico y era lo que Dante había sugerido

-No puedo decirte nada, solo él-

-¿Por qué?- Nero dudo un instante, esperaba que en el fondo tu hermano te hubiera dicho ya la verdad, esperaba poder platicar contigo sin mas secretos

-Por que es tu guardián- respondio finalmente

-¿Qué se supone que significa eso?- Nero dejo de sostenerte la muñeca y su mano se deslizo hasta tu rostro, acariciandolo levemente

-Una ninfa es una criatura de impactante hermosura, no hay quien pueda resistirse a ellas, mucho menos un demonio. Nos sorprendió mucho verte en una ciudad como esta. Las ninfas viven en los bosques, en los lagos, en lugares naturales y llenos de belleza. Cuando Vergil dijo que eras una debilidad, se refería a mi- estabas impactada, no solamente por la ultima revelación de Nero sino por la forma en que te miraba en ese momento, te sentías vulnerable y a punto de ser atrapada, por alguien a quien apenas conocías y aun así no parecía importarte. En el fondo sentías una atracción por el, algo mágico e indescriptible, algo fuera de este mundo

-¿Te parezco bonita?- preguntaste sintiendo las mejillas tornarse rosadas

-No es solo eso- murmuro Nero -no puedo dejar de mirarte, ni alejarme de ti, no puedo dejar de querer protegerte y cada momento que estoy cerca en lo único que pienso es en besarte-

-Pues bésame- dijiste sin pensar siquiera en las consecuencias de tus palabras

-Si lo hago, no volveré a alejarme de ti-

-Bésame - susurraste de nuevo poniéndote de puntitas intentando igualar su estatura, sus ojos clavados en ti, observando cada parte de tu rostro, colocaste tu mano en su nuca y lo acercaste a ti para besarlo en los labios con lentitud. La reacción química que se produjo en tu cerebro fue electrizante, como si una descarga de energía recorriera tu cuerpo de pies a cabeza. Cerraste los ojos dejándote llevar por el movimiento de sus labios y comprendiste a lo que se refería Nero cuando te aseguro que no podría alejarse de ti. Estabas sintiendo de nuevo esa conexión indescriptible, era agobiante y tentador, te hacia sentir segura y plena. Nero se alejo de ti besando tus labios una ultima vez

-Esta es la debilidad a la que se refería Vergil- susurro mientras te miraba

-¿Que se supone que eres?- le preguntaste ganándote una sonrisa por parte del chico

-Te lo diré- susurro Nero -mientras caminamos hacia tu trabajo-

Nero y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora