Solo quiero aclarar algo, en este oneshot, no existe Kyrie :P vamos a imaginarnos que quien crio a Nero fue Dante así que pueden interpretarlo como un universo alterno. Ademas sera necesario un poco de agua bendita para mi mente pecaminosa :P
No podías dormir, tenias que aceptarlo de una buena vez, estabas cansada de dar vueltas en la cama, de cantar una canción en tu mente e incluso habías caído tan bajo como para empezar a contar ovejas. Llegaste hasta la oveja numero veintitrés, luego te diste por vencida, el aburrimiento era fatal y no estaba ayudando a controlar tu ansiedad.
Sentías una necesidad desesperada de acostarte con alguien.
Si Dante estuviera en la oficina se lo habrías contado, los dos pasarían la noche platicando de sus aventuras y simplemente te habrías olvidado del asunto. Tu podías entenderlo y el a ti, era una necesidad humana bastante normal, pero hoy las cosas se te habían complicado un poco. No había señales de Dante, ni de Trish o cualquier otra persona a excepción de Nero y no pensabas pedirle su "ayuda" de ninguna manera.
Los dos eran de la misma edad, pero tenían sus roces de vez en cuando y a ti no te gustaba quedarte callada, lo cual significaba que un pequeño desacuerdo podía convertirse en un problema mayor donde solo Dante podía lograr que los dos se tranquilizaran.
Encendiste el televisor, a esa hora solo pasaban comerciales para ventas telefónicas. Habrías puesto una película de terror si Dante hubiera pagado el servicio de cable, pero no había dinero, así que te pusiste a ver ese increíble juego de sartenes que no se rayan, la comida no se les pega y duran una vida entera. Rodaste los ojos después de la tercera repetición. Ni siquiera podías salir a la calle gracias al toque de queda que la policía implemento por los últimos ataques. No necesitabas que alguien te protegiera, podías cuidarte por ti misma, pero ellos no lo sabían y tampoco tenias ganas de ser sometida a un largo interrogatorio.
Estabas muerta de aburrimiento y al darte cuenta que no tenias otra opción tocaste la puerta de Nero suavemente para no despertarlo de golpe, no obtuviste respuesta y decidiste entrar. Nero dormía plácidamente, el cuerpo extendido completamente. No querías fisgonear demasiado, pero te diste cuenta que solo llevaba los bóxer puestos. Ya lo habías visto semi desnudo varias veces en el pasado, siempre quejándote de por que olvidaba cerrar la puerta con seguro mientras se bañaba o por que te interrumpía mientras te estabas cambiando en tu habitación. Esos encuentros tan solo te habían dejado un mal sabor de boca, le gritabas mientras el maldecía y luego la discusión se extendía por toda la casa.
-Nero- susurraste acercándote, le tocaste el hombro para molestarlo y aunque se movió un poco no lograste despertarlo. Te sentaste a su lado, admirándolo por primera vez. Jamás habías pensado en lo atractivo que era, por que nunca le pusiste demasiada atención. Quizá era la necesidad de estar con alguien, o tal vez era otra cosa, pero te encontraste a ti misma disfrutando la agradable vista. Se veía tierno durmiendo sin estar quejándose o renegando por todo. Observaste su barbilla fuerte y masculina, bajaste hasta su cuello preguntándote que se sentiría dejar ahí una marca y llegaste a su pecho con un par de cicatrices que mas bien parecían ligeros arañazos, sabias que Nero era descendiente de Sparda, que su padre era el hermano de Dante y que de vez en cuando tenia que sobrellevar heridas profundas, por eso te sorprendió que la mayoría de ellas no hubieran dejado rastro. Supiste que en gran parte se debía a su increíble capacidad de regeneración. Y te preguntaste que otro tipo de habilidades podía tener Nero. Te cruzo por la mente lo mal que estaba que interrumpieras así su privacidad, pero no podías irte sin siquiera besar sus labios. La idea de besarlo te habría parecido aberrante en cualquier momento, excepto que ahora necesitabas mas que nunca un poco de alivio.
Te inclinaste hacia el frente para recargarte sobre su pecho, sintiéndote terrible por la clase de pensamientos que estabas teniendo
-¿______?- pregunto la voz ronca de Nero, probablemente confundido por que estabas en su habitación -¿que haces?-