Celos || YoonMin

•3•

Nuevamente comenzó, nuevamente se empezó a sentir nervioso al estar cerca del pelirosa, YoonGi no dejaba de mover su pie de arriba a abajo.

—Deja de moverte —pidió JiMin con voz adormilada después de soltar un gemido de frustración.

—Lo siento —El pelinegro se disculpó.

Soltó un suspiro y se quedó quieto, observaba al pequeño cómo daba unas pequeñas respiraciones mientras se acurrucaba más sobre sus piernas.

Que lindo.

Ese fue el primer pensamiento que cruzó por la cabeza del mayor. Sonrío una última vez antes de volver a escuchar la voz de JiMin.

—Hyung, deje de mirarme —Los labios del pequeño se movieron ligeramente al soltar una risa casi imperceptible cuando se dió cuenta de que el mayor dejó de respirar por unos cuantos segundos.

—¿De qué hablas? —preguntó a la defensiva, pues se sentía avergonzado al saber que lo habían descubierto.

—No me mienta, Hyung —JiMin hizo un puchero—. Sabe que soy bueno en darme cuenta de eso —Abrió los ojos y lo miró—; así que, por favor, no me mienta.

Sin decir una sola palabra más, un silencio sepulcral invadió la habitación. Sí, era incómodo, pero ninguno de los dos tenía el valor de romperlo.

Pasaron varios minutos hasta que el sonido de notificación hizo presencia. JiMin tomó su celular y le hecho un vistazo, soltó una gran risa al darse cuenta de su contenido y le dió un vistazo a YoonGi.

—¿Quién es? —Suga preguntó con curiosidad, quería saber quién era el motivo de la risa de su amigo.

—Jungkook —Fue todo lo que salió de la boca del menor.

—Ah... —YoonGi se sintió incómodo, sólo quería arrebatarle ese aparato a su compañero y desacerse de él, quería todo la atención de JiMin sobre él.

—Hyung —La voz del chico risueño interrumpió sus pensamientos—, lo siento, pero tengo que irme —El pelirosa se levantó y dió una leve inclinación a su mayor antes de irse.

No sabía porqué, ni tampoco le gustaría saberlo, pero eso, de alguna forma lo molestaba y, sobre todo, lo ponía de muy mal humor el hecho de imaginarse que el maknae se acercara a JiMin y lo hiciera reír como sólo YoonGi podía, sentía cómo si le estuvieran robando a su amigo y no le gustaba para nada esa sensación.