Celos || YoonMin

•9• [Parte 2/2]

YoonGi se paralizó en cuestión de segundos; eso había sido muy directo. Aunque él tratará de encontrar las palabras para darle una explicación al pequeño, no le llegaba nada.

—¿No me vas a decir? —La desesperación de JiMin se podía notar en su voz—. Sí ibas a ser así mejor no me hubieras besado y confundido —Cada vez se mostraba más enojado que no se dió cuenta de que había dejado de usar honoríficos—. Maldita sea, si no hubieras actuando de esa manera no estuviera carcomiendo la cabeza para sacar la razón del porqué me besaste —Frunció el ceño.

—JiMin, yo... —YoonGi trató de hablar pero el pelirosa no se lo permitió.

—YoonGi hyung —Su respiración era cada vez más inestable—, sea sincero —hizo una pequeña pausa antes de continuar—, ¿me quiere? —Sus ojos exigían una respuesta.

—Bueno, yo... —El rapero se encontraba temeroso, no quería arruinar la relación de amistad que tenía con el pequeño.

—Mejor no diga nada —El pelirosa dió una media vuelta sobre su propio eje con la intención de salir de esa maldita habitación.

El sonido de la puerta al abrirse encendió todos los sentidos del pelinegro y un pensamiento cruzó por su, ahora hecha lío, cabeza.

Era ahora o nunca.

No lo pensó dos veces y lo dijo. Dijo lo que había estado sintiendo hace un tiempo y sin darse cuenta hasta ahora. Dijo lo que había estado guardando para él. Dijo todo lo que se necesitaba decir.

—Te quiero.

Esas dos simples palabras fueron como una flecha que se encajó en el corazón del pequeño sin ningún tipo de compasión. Los latidos cada vez eran más acelerados y las respiraciones más entrecortadas.

Sólo es un sueño.

Fue lo que se dijo el pelirosa a él mismo. No podía creer que YoonGi había dicho eso.

—Te quiero, JiMin —El rapero volvió a decir lo mismo—. Te quiero, y no sabes cuánto.

YoonGi se acercó a su pelirosa y enrolló sus brazos en la cintura de este y acercó su boca a su cuello dándole un pequeño escalofrío que le recorrió por toda su columna.

JiMin era un caos total con su cuerpo y mente en ese momento. Estaba nervioso, pero también emocionado. Se decidió a decir lo que sentía y no guardarlo más.

—Yo también, hyung —La voz de JiMin temblaba ligeramente—. Te quiero, YoonGi.

Y el corazón del rapero comenzó a latir mucho más rápido de lo que lo había estado haciendo hace unos segundos. Sin dejar que pasara más tiempo de que ya había pasado, con algo de fuerza hizo girar al pequeño chico pelirosa para quedar cara a cara y estampó sus labios con los de él.

JiMin estaba feliz.

YoonGi también lo estaba.

Pero no era todo tan perfecto, apenas comenzarían los desafíos que ambos tendrán que superar. Y uno de ellos era el más difícil de todos: la confianza.