Viaje Placentero.
Parte 1.
(Alana)
La alarma suena de repente y abro mis ojos.
Pero sólo veo oscuridad.
― Buenos días, preciosa ―Me saluda Axel con esa voz somnolienta que me encanta, mientras pasa sus fuertes brazos alrededor de mi cintura y coloca la mitad de mi cuerpo desnudo sobre el suyo. ― Mmm... ―Tararea y masajea mis nalgas con ganas, a la vez que su erección se hace notar cada vez más entre nuestros cuerpos desnudos. Suelto una risa y trato de apartarme de él, pero me lo impide, cogiéndome con fuerza del trasero y pegándome a él.
― Axel... Debo ir a darme una ducha y lavarme los dientes antes de que te deje hacerme cualquier cosa ―Digo suavemente, ya que Axel puede ser un poco impulsivo a veces.
― Eso no importa, Alana... Quiero besarte ―Me dice y se acerca a amis labios, pero lo detengo y alejo mi rostro.
― Nop, tengo aliento matutino, así no voy a besarte ―Hago una mueca y trato de apartarme de él, otra vez, en vano.
― Demonios, Alana... ―Farfulla enojado y puedo ver la furia en sus ojos. Pero se le pasa tan rápido como llegó, una sonrisa maliciosa tomando el lugar de su anterior expresión en cuestión de segundos. ― Entonces voy a besar otro lugar ―Me dice con un tono de voz taimado y de un momento a otro, me encuentro con mi espalda sobre el colchón, con las sábanas revueltas alrededor de mí y su delicioso cuerpo duro sobre el mío, apretándome a la cama. ― Te voy a comer ―Dice casualmente y luego lo veo deslizar su lengua por un lado de mi cuello hacia mis pechos, donde absorbe mis pezones con fuerza, endureciéndolos.
― ¡Axel! ―Gimo de inmediato, arqueándome, mientras tomo su cabello entre mis dedos y tiro de él, cerrando mis ojos.
Siento cómo su decadente lengua se pasea por el valle entre mis pechos y luego baja hacia mi abdomen plano, entreteniéndose en mi ombligo, para luego pasar de largo hacia mi vientre bajo y morder suavemente de un lado a otro mis caderas. Siento también su cálido aliento sobre mi monte de venus y me estremezco, abriendo mis ojos para poder ver su rostro hundido entre mis piernas, en esa imagen tan erótica que me enloquece.
Joderrr...
― Este es mi desayuno favorito ―Comenta él con la voz ahogada por por tener su boca contra mi cúspide.
― Axel, por favor... ―Ni siquiera sé lo que estoy pidiendo, pero quiero que sea algo que me quite esta picazón.
― Oh, ¿estás ansiosa, no?―Comenta con una baja risa, pasando de forma efímera su lengua por mi clítoris.
― ¡Ah, sí, joder! ―Farfullo como loca, mientras Axel toma mis piernas bajo la curva de mis rodillas y las pone sobre sus hombros.
― Me encantas, Alana...
Y entonces...
Su boca se pone sobre mi coño.
― ¡Axel! ―Grito y me arqueo.
Él se ríe entre mis piernas y luego veo con deleite cómo su lengua se abre paso por entre mis labios mayores, rodeando mi duro e hinchado clítoris. Él me muestra sus dientes con una sonrisa pícara y luego lo veo morder mi clítoris con algo de fuerza, pero la sensación que me recorre el cuerpo entero cuando tira de aquel botoncito, me hace gemir su nombre. Suelto un suspiro cuando su lengua se pasea por toda la humedad que destila mi coño y grito cuando atrapa entre sus labios mi clítoris y lo succiona sin piedad.
De repente, todo se vuelve más salvaje.
Axel cobra velocidad e intensidad en sus ataques y pronto siento sus dientes y lengua haciendo un buen trabajo sobre mi coño. Pero entonces, siento tres de sus dedos penetrar de golpe mi vagina y yo levanto mis caderas para recibir esas tiernas embestidas. Axel se incorpora y me mira, mientras me empala con sus dedos una y otra vez, mordiendo sus decadentes labios gruesos y algo rojos por naturaleza. Los dedos de Axel son gruesos y ásperos, lo que me hace sentir cosas indescriptibles cuando roza mis paredes internas con ellos. Muevo mis caderas para encontrarme con sus dedos y luego él me está, literalmente, follando con sus dedos, buscando mi punto G a cada segundo que pasa.
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Tras Puertas Cerradas. (+18)
RandomEsta es una recopilación de calientes escenas que te harán arder la sangre con sólo leerlas. También tienen un poco -demasiado- de absurdo romance. Si eres una persona con muchos prejuicios o de mente cerrada, te recomiendo no leer esta historia. Y...