Capítulo 17

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Después de mi ausencia en la escuela por una semana, era obvio que todos mis compañeros se enterarían de que me escapé con Frank, eso, además de que vivimos en un pueblo pequeño, donde todo el mundo se conoce y, por lo tanto, es muy fácil enterarse de los acontecimientos en la vida de los demás.

Cuando llegué al colegio esta mañana, nadie me dirigió la vista siquiera, y a mí no podía importarme menos porque lo único que ha estado en mi mente por el fin de semana es que tengo que ver a Frank.

Pero las horas fueron pasando... Y comprendí que no llegaría; este detalle me puso mucho más inquieto, porque comencé a imaginarme los escenarios más horribles, incluso llegué a encerrarme en el baño y allí tuve una especie de ataque de pánico porque pensé que... Quizás en esta nueva línea temporal, Frank se había suicidado antes de 22 de marzo.

Luego de haber llorado y haber puesto todo mi esfuerzo en convencerme a mí mismo que de que Frank está vivo, regresé a mis clases normalmente.

Cuando llegó la hora del almuerzo, me senté solo, en la mesa más recóndita. Y tuve que colocarme los audífonos para acallar un poco todo el ruido en mi cabeza. Sin embargo, una presencia inesperada me obligó a apagar la música apenas terminó la primera canción.

— Gerard ¿Estás bien? — Me sorprendió ver a Brendon sentarse frente a mí.

Enderecé mi postura y me lo quedé mirando con el ceño fruncido.

— Hey ¿Se te olvidó que ya no soy tu mejor amigo sino todo lo contrario? Si te ven conmigo, no te irá muy bien, y conociéndote, sé que no te gustaría arruinar tu reputación por estar con alguien como yo.

¿Fue muy rudo lo que dije? Quizás... Pero es lo que Brendon merece escuchar, porque nada de lo que le he dicho es mentira. Él es justo como yo... Antes... Cuando quería mantener una estúpida reputación fingiendo ser alguien que no soy. Pero la gran diferencia entre Brendon y yo, es que yo renuncié a esa reputación y él nunca lo haría.

No sé si el Brendon Urie adulto será igual de cobarde o si, por el contrario, decidió ser él mismo. La última vez que lo vi, fue en nuestra graduación, y era igual de idiota, lamiéndole las suelas a Jared. Así que no creo que eso pueda cambiar en esta línea temporal... Quizás por eso me sorprende tanto que se haya acercado en primer lugar.

— Sólo quería saber si estabas bien... Tus padres estaban muy preocupados por ti.

— ¿Y crees que eso te incumbe?

Parpadeó varias veces y rápidamente, demostrando algo de consternación antes de responder.

— Me preocupé... Eres mi amigo después de todo. — Suspiró ante mi mirada de incredulidad. — Oye, Gerard... Y-Yo...

— ¡Hey, Brendon! — La voz de Jared a unos metros de distancia lo hizo detenerse. — ¿Qué estás haciendo allá?

Brendon se giró, yo también decidí mirar hacia la dirección de dónde provino la voz de Jared; allí está él, acompañado de todo su séquito, Brendon es el único que falta para completar el grupo. La mirada de Jared, Bob y Ray hacia Brendon es muy insistente.

— Será mejor que vayas, Brend; no querrás hacer esperar a tus amigos.

— E-Es que... — Su mirada se intercala de forma nerviosa entre sus estúpidos amigos y yo, como si tratara de decidir dónde quedarse.

— ¿Vas a venir o no? — Le gritó Ray desde su lugar.

— Date prisa, ve. — Le insistí a Brendon. — Sé que no quieres lidiar con todas las preguntas que te harán sobre por qué te sentaste conmigo... Preguntas que, sinceramente, yo también quisiera hacerte.

1998; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora