Me sorprendió un poco que mi madre llegase tan temprano, creí que volvería después de recoger a Mikey en la escuela, y eso es dentro de unas horas. Aun así, levanté a abrir la puerta, y ella entró un poco apenada. Sé que después de saber toda la historia, se siente muy mal por Frank, pero no es por lástima, sino por compasión, y sobre todo, porque sabe que se comportó horrible con él. Frank se levantó, mirándola expectante, y entonces escuchó lo que seguramente no se esperaba escuchar.
— Lo siento, Frankie. — Dijo con sentida tristeza, acercándose un poco insegura, ya que, después de todo, parece que no está esperando nada de Frank, ni siquiera su perdón. — G-Gerard me contó todo lo ocurrido. — Entonces sentí la mirada boquiabierta de Frank sobre mí. — Y yo la verdad no esperaba que-
— No. — Interrumpió Frank con voz apagada. — No quiero su lástima, s-señora Way... Odio que sientan lástima por mí. Y tampoco es necesario realmente, porque...
— Pero Frank. — Ahora yo lo interrumpí. — No es lástima, realmente no es eso.
— Claro que es eso. — Sacudió la cabeza ligeramente. — Señora Way. — Se dirigió a mi madre. — De no ser porque Gerard le contó todo, usted seguiría pensando que yo debería estar lejos de su hijo, o que soy una mala persona... Si la única razón por la cual está siendo buena conmigo es porque sabe lo que tuve que pasar en casa, entonces realmente no lo acepto.
— Lo lamento... — Dijo mi mamá. — Lamento nunca haber escuchado a Gerard cuando decía que había algo malo ocurriéndote. Lamento más haberte alejado de nuestra familia por culpa de nuestras creencias religiosas... Lo cierto es que todos en esta casa hemos rezado todo el tiempo por ti, para que encontraras "el camino correcto"; lo hacíamos porque, a pesar de que creíamos que estabas muy mal y que te habías convertido en un mal muchacho, nadie podía quitarnos a mi esposo y a mí los recuerdos de todas las veces que estuviste en esta casa cuando eras pequeño; prácticamente te vimos crecer, en algún momento fuimos familia...
» Fue algo hipócrita rezar por ti cuando le prohibimos a Gerard tener contacto contigo... Eso es algo que no se le hace a la familia... Las cosas aberrantes por las que tuviste que pasar no son la única razón por la cual estoy aquí arrepintiéndome de no haberlos apoyado en un principio... En realidad sólo bastó con que mi hijo me dejara más que claro que tú nunca fuiste un problema... Desde que Gerard me hizo entender que él no decidió amarte, sino que solamente pasó, y que no dejará de hacerlo sin importar el rechazo de la gente, comencé a sentir más empatía por ti, porque tienes que ser muy bueno para provocar todos estos sentimientos tan puros que Gerard tiene hacia ti... Anoche mi esposo y yo no dormimos nada hablando sobre esto; nos sentimos muy mal después de saber todo lo que tuvieron que pasar ustedes dos por no sentirse apoyados por nosotros... Entonces decidimos cambiar eso.
Vi en el rostro de Frank cómo se tragó su orgullo al escuchar las palabras de mi mamá, y bajó la mirada, suspirando con tristeza.
— Frank. — Mi mamá se acercó a él y puso una mano en su hombro, inclinándose para buscar su mirada. — Hay un agente de policía en la sala, esperando por ti.
Mis ojos se abrieron desmesuradamente al haberla escuchado, y me quedé algo boquiabierto. La reacción de Frank es parecida, sin embargo, él denota miedo en su mirada, y dio un paso hacia atrás, tomando mi mano inconscientemente.
— ¿Qué...? — Pregunté entonces.
— Gerard, tu papá y yo ya no vamos a dejar que esto siga ocurriendo; decidimos ayudar a Frank y la mejor forma de hacerlo es buscando ayuda de las autoridades.
— P-Pero... — Quiso replicar Frank. — No... Eso no servirá de nada.
— Frankie, cálmate. — Mi mamá lo tomó de los hombros de nuevo, hablándole pausada y delicadamente. — Gerard me dijo también que ya antes has tenido la oportunidad de hablar con la policía pero nunca has dicho la verdad por miedo de lo que podría pasarte. Pero ahora es necesario que digas toda la verdad... Nada malo te va a pasar mientras estés aquí en nuestra casa ¿Entiendes?
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1998; Frerard
FanfictionGerard es un adulto de treinta y ocho años que siente que su vida es un completo despropósito y sólo le gustaría poder regresar en el tiempo para corregir su mayor error, su máximo arrepentimiento: No haber podido salvar a Frank Iero.