Obtener el amor es todo lo que siempre soñamos, cuando este llega quieres aferrarte a el con fuerza y jamas soltarlo.
Ese fue mi caso, conseguí al chico que para mi era perfecto, y no solo hablo físicamente, no. Conseguí a mi compañero, mi mejor am...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo: 03*
12 de mayo de 2006.
Samanta.
- Mami -grito y corro hacia mama que es empujada por papá en una silla con ruedas, ella sonríe y besa mi mejilla.
- Hola Bebé ¿cómo estás?
- Bien, mira te hicimos esto -hablo cuando entra.
- es hermoso nena, ¿quién te ayudo?
- Vid, la hicimos juntos y quedo linda. ¿Te gusta?
- Me encanta -responde y río.
- Mami hoy David cumple así -digo mostrando ocho dedos- Y me invito con él a su casa con sus amigos ¿puedo ir?
- claro cariño, pero ten mucho cuidado.
- Si mami, la abuela me va dejar allá. Yo vuelvo pronto mami. Te amito -digo besando su mejilla y abrazándola.
- Y yo te amo a ti chiquitica.
Acomodo mi falda mientras la abuela toca la puerta de casa de David. Su mamá es quien abre y me da una linda sonrisa.
- Hola señora Alejandra ¿esta David?
- Hola nena, esta atrás con los otros niños, pasa, pasa.
Veo a la abuela y me da una sonrisa antes de soltar mi mano, camino un poco inseguro y entro por completo llegando al jardín trasero donde hay varios niños y niñas jugando entre sí. Veo a David y camino hasta él enseguida, él sonríe al verme.
- ¡Viniste! -exclama alegre.
- No me lo podía perder -hablo- Feliz cumpleaños -digo extendiendo su regalo, el sonríe y me abraza.
- Gracias Sam.
Lo deja junto a otros regalos y me lleva a presentar a sus amigos, los chicos son agradables, pero las niñas me ven mal y me tratan feo, me tratan muy feo y eso es malo porque hace que quiera llorar.
- Señora Alejandra ¿puedo ir al baño?
- claro nena, ¿quieres que te acompañe? -pregunta.
- No gracias, puedo ir sola. -Digo y en el camino cambio de ruta.
Voy al que recuerdo como el cuarto de David y entro en él. Me siento junto a la ventana y veo que él esta con otras niñas jugando, no nota que no estoy.
Me dejo caer en el suelo y mis ojos pican con molestia, no quiero llorar, no aquí. Respiro unas veces más cuando la puerta se abre haciendo que me sorprenda, veo a David en la entrada viéndome confundido y algo preocupado.