Capítulo: 41
23 de junio de 2022
Samanta
Mi cabeza duele, mis ojos pican y mi garganta arde. Probablemente por todos los gritos que di aun cuando tenía la boca tapada. Me siento lentamente y abro los ojos acostumbrándome a la poca luz del espacio en el que estamos.
Recorro el sitio con la mirada y mis ojos se detienen cerca de una silla donde está el pagador. Lentamente y con dificultad me coloco de pie y enciendo la luz. Mis ojos demoran un poco en acostumbrarse, sin embargo lo ignoro y giro de nuevo.
Monic está tirada en el suelo, un leve raspón es visible en su frente. Corro hasta ella y me dejo caer a su lado; coloco su cabeza sobre mi regazo y no despierta.
- Monic –le llamo suavemente- Monic reacciona por favor –susurro y toco su mejilla. Sus ojos se abren lentamente antes de enfocarme y llevar la mano a su cabeza.
- Mi cabeza duele –gime y sonrió porque esta despierta.
- Puede ser por el golpe o una pequeña resaca. –murmuro y lentamente se coloca de pie.
- ¿Qué ocurrió? ¿Quiénes son esos sujetos? ¿Dónde estamos? –tira pregunta tras pregunta y comienza a agitarse. La tomo por los hombros y detengo su caminata antes de que pierda la poca calma que le queda.
- Monic, respira –indico y lo hace, lentamente sus ojos se llenan de lágrimas.
- ¿moriremos? –interroga y mi corazón se rompe.
- No... -susurro intentado convencerla- yo... realmente lo siento –susurro y me ve confundida- Pensé que podía escapar del pasado, pensé que ya nada regresaría, pensé... que si avanzaba dejaría todo atrás, pero no se puede escapar del pasado.
- Sam... ¿de qué hablas nena?
- De mi –escucho a mis espaldas y me tenso por completo.- ¿no es así? –interroga y giro lentamente sobre mi misma.
- Esto no puede estar pasando... -susurro y mis ojos se llenan de lágrimas.
- Sam, ¿Qué ocurre? ¿Quién es este señor? –pregunta Monic y trago el nudo que está en mi garganta. Veo al sujeto frente a mí y es el mismo cabecilla de cuando nos secuestraron con papá, un poco más mayor, pero es el mismo.
- Su primer amor –se burla dando un paso a un lado.
- Eres un hijo de puta, maldito de mierda –gruño intentando controlar el temblor en mi cuerpo.
- Uh, no recordaba que fueras de esta manera, me agrada... aunque es un tanto grosero que le digas de ese modo a mi madre, niñita.
- Maldito bastardo, ¿Qué demonios quieres?
- A ti –dice con simpleza y un escalofrió recorre mi cuerpo.
- ¿Por qué no me dejas en paz? -interrogo y sonríe aún más.
- Buena pregunta –dice y camina de un lado al otro- Resulta que hace un tiempo, Bernard, tu padre...
- Él no es nada mío –aclaro y hace una mueca.
- Ahuché –dice y hace un puchero- en fin, hace algunos meses, Bernard volvió a ser visto en nuestros salones de juego apostando cuanto quiso... el muy imbécil estaba contando cartas y nos hizo perder una buena pasta –continua y quiero vomitar.
- No tengo nada que ver con eso ni con él.
- Pero él contigo si, niñita.
- No. El solo desapareció de mi vida y me alegre que así fuera, no puede aparecer ahora y hacer esto. No.
- Lastimosamente no puedes decidirlo... entonces –dice y aclara su garganta- eso no me dejo contento y si yo no estoy contento hay muchos problemas por muchos lugares, hace poco más de un mes iba con mi gente a la ciudad...
- No me interesa –interrumpo y me da una mirada cansada.
- Pero escucharas, entones... estaba por la ciudad y vi a una chica linda de cabello rubio tomada de la mano de un extraño chico y mis ojos quedaron fijos en ella... fue como un enamoramiento inmediato...
- Capricho –corrijo y sonríe.
- Suena mejor así –corrige- resulta que mi gente comenzó a investigarla y la vida es tan bella que esa chica se llamaba Samanta Jones... como la hija del bastando que me robo de nuevo –continua y quiero vomitar- pensé que sería mucha casualidad hasta que buscaron aún más en tu pasado y consiguieron una foto de cuando eras pequeña.
- No...
- Si... reconocí de inmediato a la solución de mis problemas. Solo que estabas siempre con un estorbo al lado que impedía mis planes, así que le dije a mi gente que alejara a esa mosca de tu lado... lo amenazamos, a su madre, a ti y finalmente luego de que entendiera el mensaje lo hizo... -no. David se alejó por protegerse, se alejó para protegernos. Mis ojos se llenan de lágrimas y mi garganta quema.
- Hiciste que me dejara.
- Mmm sí, eso mismo... lo siento si te hizo daño, pero necesitaba que estuvieras sola o todo sería aún más complica, pero en fin, aquí estas... andando.
- No pienso ir a ningún lado con usted –aclaro y rueda los ojos.
- Esperaba que dijeras eso –murmura y saca de la parte de atrás de su espalda una pistola, sin ninguna emoción la lleva hasta Monic y la apunta con ella. jadeo- Ven conmigo o tu amiga muere –dice con simpleza.
- Ni lo pienses –digo y corro intentando llegar a su lado, pero el arma dispara y da justo a un lado de su pierna. Me detengo en seco- Lo siento mucho, Mon... enserio lo siento -susurro viendo sus lágrimas caer sin control.
- Está bien –solloza- Todo está bien, no tienes por qué hacer nada.
- Si tiene –interrumpe el sujeto y giro a verlo- Diez segundos, te doy diez segundo para que decidas o la chica muere –dice y Monic llora aún más.- nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres...
- Todo estará bien –articulo y detengo su cuenta.
- Buena elección –dice y la puerta se abre, cuatro hombres entran, dos inmovilizan a Monic y dos se encargan de sostenerme para que no intente huir de aquí.
- ¡NO! –grita y mi corazón duele- ¡Sam! No, no hagas esto... no, no... -pum, un golpe sordo suena y giro para ver a Monic inconsciente en el suelo. Intento llegar hasta ella, pero me detienen.
- Tendrá una migraña de la mierda, pero estará bien, no debió intentar correr –se excusa y le miro con odio.
- Vete a la mierda.
- Solo si te vas conmigo, niñita. Llévenla a la 306, que no se mueva –indica y todos hacen caso. Me sacudo y peleo, pero es inútil, son cuatro hombres contra una chica.
.
.
.
.
.Maldito hp... estamos llegando al final de esta historia
AAAHHHHH *crisis*
Espero que lo estén disfrutan, voten, comenten, compartan...XOXO.
ESTÁS LEYENDO
Nuestra historia terminó (COMPLETA)
RomanceObtener el amor es todo lo que siempre soñamos, cuando este llega quieres aferrarte a el con fuerza y jamas soltarlo. Ese fue mi caso, conseguí al chico que para mi era perfecto, y no solo hablo físicamente, no. Conseguí a mi compañero, mi mejor am...