Obtener el amor es todo lo que siempre soñamos, cuando este llega quieres aferrarte a el con fuerza y jamas soltarlo.
Ese fue mi caso, conseguí al chico que para mi era perfecto, y no solo hablo físicamente, no. Conseguí a mi compañero, mi mejor am...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo: 24
ESCUCHEN LA SONG CUANDO SOF LA NOMBRE
Ahora si, lean jsjsjs
02 de febrero de 2018.
Samanta.
- Cumpleaños feliz, te deseamos a ti... cumpleaños Sebastián, cumpleaños felizzzzzz –concluimos todos y Sebastián con una enorme sonrisa se agacha y sopla la vela. Tomo un poco de crema y la unto en su nariz sin poder evitarlo, cosa que lo hace reír.
- ¡Feliz cumpleaños! –grito y me tiro en sus brazos y ríe aún más.
- Feliz cumpleaños cariño –dice mamá y lo abraza sonriendo.
Las tías y los chicos lo saludan y abrazan mientras repartimos el pastel.
Sebastián a estado viniendo los fines de semana a casa y mamá ha estado feliz con eso... con los chicos se lleva bien y es agradable, por ello cuando su cumpleaños se acercaba no dude en preguntar si tenía donde pasarlo. Negó y no lo pensé dos veces para invitarlo a venir.
- Gracias por este día, Sam... fue el mejor cumpleaños –asegura sonriente.
- No tienes que agradecer, me legra que lo disfrutaras... lo mereces.
- Lo merezco –susurra y da un trago a su cerveza- ¿Quieres? –pregunta y hago una mueca.
- No gracias. La última vez que bebí resulto desastroso.
- Para ti –asegura David uniéndose a la conversación. Ruedo los ojos- pero fue realmente divertido.
- No es cierto, fue muy vergonzoso y la resaca fue un asco –murmuro y ríen.
- Aunque esa vez no solo Sam se divirtió mucho –habla Daniel y Sofía niega.
- Por favor no –murmura y rió asintiendo- traidora –acusa.
- ¿fue tan terrible? –pregunta Sebas y asiento, él ríe.
- Eran un desastre juntas. Todo el camino eran risa y canciones desafinadas hasta mas no poder... fue divertido, pero agotador.
- Sin olvidar cuando pidieron tan peculiar canción –asegura Vid y quiero morir.
- Basta –pido y todos ríen. Rápidamente sacan más anécdotas y terminamos riendo juntos. Acepto el trago que Sebas me ofrece y rió cuando colocan la canción de mi último solo.
- ¡Baila! –piden y rió negando- Queremos verte brillar.
- No, no, no, no se trata de mí y...
- Hazlo –anima Sebas- Apenas te he visto hacerlo, hazlo –pide y asiento.
- De acuerdo –murmuro y hacen un gran espacio para mí- Ponla desde el inicio, por favor –me quito los tacones y tomo un suspiro y Dancing On My Own de Calum Scott suena por toda la sala.
