Obtener el amor es todo lo que siempre soñamos, cuando este llega quieres aferrarte a el con fuerza y jamas soltarlo.
Ese fue mi caso, conseguí al chico que para mi era perfecto, y no solo hablo físicamente, no. Conseguí a mi compañero, mi mejor am...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo: 06
16 de agosto de 2009.
Samanta.
- Sam, salimos en diez minutos con tu tío -escucho y me despierto rápidamente para salir de mi cuarto.
- ¿Para dónde van?
- Llevaremos las cosas pequeñas a la nueva casa, la ropa, platos y eso.
- ¿y mamá?
- Salió temprano a trabajar, tiene que ir a Mérida por cuestiones con la academia, llegara mañana.
- Bueno y yo ¿me quedare sola?
- Eso o en puedes estar lista en cinco minutos e ir con nosotros.
- está bien ya voy.
Fueron incluso menos de cinco minutos y ya estaba bañada y arreglada. Fui en la camioneta con mi tío y papá en el carro con otras cosas, el camino realmente fue corto y para cuando estábamos allá papá me dio las llaves y lleve mi bolso junto con mi portátil y papeles importantes.
Bajo lentamente las escaleras pasando por el frente de la reja de los dueños y sigo hasta la puerta del anexo (nuestra ala)
Abro lentamente y todo a mí alrededor esta revuelto: mercado, sillas, mesa y más. Frunzo el ceño y dejo mi bolso en la mesa girando lentamente.
- -Que gente tan falta respeto... -Murmuro- Pap-pá -intento gritar y la voz se atora en mi garganta por dos razones:
1) Hay un tipo delante de mí.
2) El tipo tiene un arma y está apuntando directo a mi frente.
El tipo tiene toda su cara cubierta por una máscara negra que solo deja ver sus ojos: Verdes claros con toques amarillos.
Intento hablar y rápidamente el lleva su dedo a su boca haciendo señas de silencio y hago caso sin pensarlo.
- ¿Cuantos vienen contigo?
- M-mi papá y tío -logro balbucear.
- De acuerdo ven ahora -dice y me empuja solo que no camino- camina, ahora -dice y esta vez el arma hace presión en mi cintura. Lo hago.
Subimos las escales y entramos a la casa de los dueños, veo a la señora y el mundo se mueve. No puede ser.
- Tranquila niña, nada va pasar, solo has caso y...
- Silencio nube -esta vieja es la culpable.- Quita las claves a tu teléfono.
Dice y me lo entrega, mis manos tiemblan y lágrimas caen por mis mejillas sin control, quito a una velocidad impresionante la clave y entro rápido en los mensajes:
Papá:Vete ahora, gente mala adentro
Envió y borro la conversación rápido. El tipo me lo quita y lo guarda en su bolsillo.
Me atan las manos detrás de mi espalda y mi mis pies, también colocan una cuerda alrededor de mi boca evitando que algún sonido salga.
******
Llevo más de una hora en esta posición y nadie ha vuelto a entrar, he logrado escuchar los gritos de papá desesperado y algunos de mi tío y es feo.
Esos hombres los están hiriendo y están sufriendo mucho y duele saberlo.
Pasa lo que creo es media hora más cuando la puerta de la habitación en la que estoy se abre, otro sujeto entra y es igual, solo sus ojos se ven.
- -Ven niñita, sirve de algo y dale un incentivo a papi -dice y me hala del brazo.
Caminamos por unos pasillos y entramos en una habitación, de inmediato veo a papá junto a mi tío bastante golpeado y me duele.
Mi tío esta inconsciente en el piso y papá sentado y atado a una silla. Sus ojos dan con los míos y se sacude intentando soltarse, pero es inútil.
- Ahora... ¿Vas a colaborar o no?
- Llévense lo que quieran -habla con voz ronca- llévenselo todo, pero dejen a mi hija, déjenla tranquila.
- Mmm no lo sé, no debiste molestar al jefe...
- Por favor, solo déjenla, llévense mi carro, las cosas, solo déjenla... –suplica y me duele.
- No es suficiente, el jefe quiere su dinero o a tu pequeña hijita.
- Imbécil de mierda, es solo una niña, no tienes que ser tan hijos de put -colocan de nuevo un trapo en su boca y se comienza a sacudir mucho.
Un sujeto diferente empieza a empujarme y trato de que no lo hagan. No quiero dejar a papá.
- Papá -grito- Papi, no déjenme... Papi -grito y el intenta aún más moverse, un golpe llega y queda desconcertado por un momento, pero igual se mueve.
Me levantan fácilmente y me llevan a otro lugar, hay un señor allí, pero este no tiene el rostro cubierto. Este me ve con una sonrisa que se puede asemejar a la sonrisa del diablo.
- Lo siento chiquilla, pero pagaras por los errores de papi -es todo lo que dice y el sujeto que me sostiene se aleja para irse.
