Extra

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Mi nombre era Aiden Van den White, hijo de una familia de sangre noble, cuya fortuna y poder se alzaban con la arrogancia de los dioses. Fui dueño de "La Lista", un listado de cien apellidos más poderosos del mundo, y de todo lo que la riqueza puede ofrecer. Pero mi vida no era solo lujo y dominios infinitos. No. Mi vida fue también marcada por el dolor, la traición y el sacrificio. Y cuando el mundo de los Van den White se desmoronó, cuando el eco de las decisiones de mi padre retumbó en mis oídos, supe que debía cambiar mi nombre, mi vida, y mi destino.

Adopté una nueva identidad, la de Zanith Demon. Dejé atrás a Aiden, el hijo del magnate, el heredero que no era más que una sombra de su propia familia. Convertido en mayordomo, me despojé de todo lo que había sido, buscando, entre las sombras, los oscuros secretos que se tejían entre las familias más poderosas del mundo. Secretos sucios, malditos, secretos que, como un veneno, corroían todo lo que tocaban. Para revelar esos secretos, debía sobrevivir a un infierno aún peor que la muerte misma.

Mis padres fueron asesinados, y mi hermana, secuestrada, arrastrada al abismo por aquellos que debían cuidarla. La traición corría en mi sangre, la misma sangre que derramó mi propio padre. Pero mi peor tortura vino de una mujer, de la desdichada Elizabeth Clark, quien, al casarse con Eduard Van der Wildt, esposo viudo de mi madre, se convirtió en la causa de la lucha que definiría mi vida. Ella había sido la inspiración para mi nueva identidad, cuando descubrí sus planes diabólicos: estaría dispuesta a sacrificar a su propia hija para que la herencia de los Van der Wildt nunca abandonara su familia. Mi alma, destruida, decidió que debía proteger a la única persona que amé en este mundo: Stella Van der Wildt.

Pero Stella me odiaba. Me despreciaba por ser parte del servicio, por ser un simple sirviente en la corte de poderosos. Ella no sabía la verdad sobre Zanith. No sabía que yo era la misma persona que había amado en secreto, aquel que había jurado protegerla, incluso cuando mi corazón se partía en mil pedazos.

La verdad siempre llega a la luz, aunque tarde. Un día, cuando las piezas del rompecabezas se unieron, revelé mi identidad ante ella. Zanith era yo. Y a pesar de su odio, de su desdén, algo en sus ojos cambió. Y con ella, cambió el destino. Con el apoyo de los hijos de las familias más poderosas del mundo, y con la ayuda de mi mejor amigo, Ash, quien conoció la verdad de mis sufrimientos cuando, durante la tortura, le revelé todo, finalmente pude reconstruir mi vida. Recuperé mi fortuna y mi dignidad.

Cristina Van den White, mi hermana, había escapado del secuestro de nuestros tíos, asesinándolos con la furia de un alma rota. Ahora se convirtió en mi guardiana, una sombra fiel en mi lucha por venganza.

Stella, aunque aún no me perdonaba, se unió a mis planes, atrapada entre el amor y el odio, entre la verdad y la mentira. Ella nunca perdonó la traición que casi le cuesta la vida, una traición que había sido causada por la misma mano que me lanzó a este abismo. Pero había algo más, un pacto que no podría romperse: la familia siempre regresa a la lucha, siempre.

Y llegó el momento. La ceremonia de nombramiento, un evento que marcaría el final de todo lo que conocíamos. Mis amigos, aquellos que compartían mis mismas cicatrices, aquellos que venían de mundos oscuros, estaban a mi lado: mafiosos, asesinos, millonarios, la mujer más poderosa del mundo, incluso una mujer que había vuelto de la muerte, la madre de Stella, aquella a quien intentaron asesinar sin éxito. También estaba su hijo, el hermano secreto de Stella y mío, el cual había sido ignorado, pero que finalmente estaba listo para unirse a nuestra causa. Juntos derrocamos a Elizabeth Clark y a Eduard Van der Wildt, antes de que el título fuera suyo. Exponiendo todos los secretos que tanto habíamos trabajado por revelar.

Pero nada es tan sencillo en esta vida, y menos cuando te has cruzado con las sombras del pasado. En medio de la fiesta de bienvenida a la nueva mansión Van den White, cuando ya creía haber alcanzado la paz, cumplí mi primera promesa. En un acto lleno de venganza y redención, maté a Clark, la mujer que me había torturado durante años en su sótano, la misma que había asesinado a mi mejor amiga.

Pero en ese momento, cuando todo parecía haber terminado, sentí un frío mortal, el eco de una bala en mi nuca. Fue lo último que escuché antes de que todo se volviera negro.

"Patrick", susurré, al darme cuenta de quién era él. ¿Un pariente? ¿Un hermano? La bala había sido el último acto de traición, el último regalo de una familia rota.

Te Pertenezco (Parte 1) | Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora