You Take My Hand? [RenMin/JaeJun]

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Eran muchas las emociones encontradas para ambas chicas al reencontrase. Tiffany corrió lo más rápido que sus piernas le propinaron y cuando alcanzó a la chica la tomó de su muñeca haciendo que se detuviera, está sorprendida ante la acción, se voltio para mirarla, encontrándose con los ojos cafés claros los cuales había extrañado y había deseado volver a verlos.

Donghyuck quien estaba ajeno a todo lo que ocurría, simplemente siguió su camino hasta la banca más cercana del lugar para esperar a su madre, dejándola a solas con la chica la cual desconocía, sólo esperaba que no se  fuera a secuestrar a su madre.

TaeYeon se encontró con los ojos de Tiffany, su corazón dio un vuelco, y sus latidos comenzaron a ser más frecuentes, el revoltijo que sintió en su estómago al tener a la chica enfrente de ella le causo miedo.

— Tae... Yeon — pronunció Tiffany después del silencio, aún seguía creyendo que era un sueño, aún seguía pensando que ella no era real y que solo era su mente que le estaba jugando una broma del gusto, pero no, no era ni un sueño ni producto de su imaginación, TaeYeon realmente estaba ahí, con ella.

Se acercó lentamente hacia ella, sintiendo los latidos fuertes de su corazón, sonrió, posando una de sus manos en la mejilla de la chica, mirando como TaeYeon cerraba sus ojos al sentir el contacto entre su mano y su mejilla, comenzando acariciarla suavemente y sin ninguna prisa, tenía ganas de llorar y sin darse cuenta lo estaba haciendo, sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas, sorbió su nariz, llamando la atención de la contraria, haciendo que abriera sus ojos y la mirará preocupada. TaeYeon no dudó, su corazón se estremeció, si Tiffany estaba llorando eso significaba que la había extrañado tanto como ella lo hizo con ella, un poco más confiada y calmada, se acercó hasta ella para limpiarle las lágrimas con sus pulgares.

Tiffany le regaló una sincera sonrisa, y ella se la devolvió, abrazándola, siendo correspondida al instante.

No hacían falta palabras porque con acciones se decían solas las cosas. TaeYeon deshizo el abrazo, mirando un poco más de cerca a la chica, seguía siendo la misma chica hermosa de hace algunos años, entonces se dio cuenta de que sus sentimientos por ella nunca murieron solo se marchitaron igual una flor cuando no es regada, y ahora que la volvía a ver sus sentimientos florecieron de nuevo.

Tiffany se acercó aún más a ella, quedando a escasos centímetros de su rostro y sus labios a punto de rozarse, notó su nerviosismo, y antes de unir sus labios en un inesperado beso, la miró a los ojos por tercera vez, apreciando ese brillo en sus ojos. Terminando por unir sus labios en un dulce, suave y desesperado beso, siendo correspondida al instante por TaeYeon.

[...]

Lucas estaba en el cómodo sofá de su casa, mientras miraba el reloj en sus manos y contaba los minutos, tal vez horas o segundos para que Tiffany y RenJun regresarán, estaba aburrido, Lucas quiso acompañar a la chica pero esta no la dejo ir, ¿Porqué?, no lo sabe.

Aveces Lucas se impresionaba de como Tiffany le mentía a sus padres, no iban a ir exactamente a ver el lugar donde sería la fiesta después de la boda, mucho menos lo iba a llevar a ver su traje, no sabía a donde Tiffany llevaría a su hermanito, ella no le quiso decir y era extraño porque siempre le contaba todo.

El timbre de su casa resonó en todas partes, pues se encontraba sólo y su casa estaba en silencio. Confundido se acercó hacia la puerta, abriéndola.

No sabia si sonreír o colocarse nervioso, pues JungWoo, hermano de Tiffany, estaba del otro lado de la puerta con una sonrisa coqueta. Hermoso. Pensó Lucas.

— Hola, ¿Está mi hermana? — Negó torpemente — ¡Oh!, ¿A dónde se fue?.

— Se fue a buscar a mi hermano y después se irían a pasear a algún lado, Tiffany realmente no me dijo a donde iría.

— Bueno en ese caso, ¿Te gustaría salir conmigo? — sonrió.

Lucas pestañeo y su corazón se detuvo por un momento. En serio el chico lo había invitado a salir, acaso era un sueño.

— C-claro — Tartamudeo.

JungWoo amplió su sonrisa, mostrando su perfecta dentadura blanca, tomándolo de la mano y jalandolo hacia el para que saliera. Lucas por inercia tomó la picaporte de la puerta cerrando.

— ¡Espera! — detuvo al chico — No traigo dinero conmigo.

— Yo invitó, no te preocupes — sonrió con inocencia, comenzando a caminar de nuevo, siendo seguido por el más alto.

[...]

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