Horas más tarde.
-Elena, alguien no para de mirarte, está embobado –dijo Natalia.
-¿Cómo? –Dije.
No entendía a que se refería, cuando giré vi a Dani mirándome, éste se dio la vuelta y se quitó la camiseta dejando ver su perfecta espalda, Álvaro se quitó la camiseta y a Maddi se le caía la baba con él.
-Maddi, la baba cariño –dije de broma y reímos.
Dani pasó por nuestro lado poniéndose sus gafas, le cogí por el brazo, ¡VAYA BRAZO! Y me acerqué a su oído.
-Blue yo que tú tendría cuidado por donde vas, ya sabes, por lo de antes –dije- Ah y cuidado ya sabes, por las chicas -le guiñé un ojo y él rió. Quedaban unas 3 o 4 auryners. Dani me atrajo hasta él por la cintura.
-¿Celosa? -susurró ronco.
-Para nada -le dije y él empezó a bajar su mano desde mi espalda hasta llegar a mi culo- DANIEL FERNÁNDEZ –le reproché y le di un suave golpe en el pecho.
-Difícil ¿eh? – rió y me guiñó un ojo.
-Y orgullosa de ello –reí y me fui con mis amigas.
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Por la noche decidieron hacer un partido de Vóley. Todas estábamos con los bikinis pero la ropa puesta encima, pues cenaríamos en apenas 1 hora o así. Álvaro dio su lista y Dani empezó con la silla.
-Por último Elena -dijo y me desafió con la mirada.
El mini-partido de vóley estaba por empezar, entre David y Carlos pusieron una red blanca en la piscina y nos dividieron en cuatro equipos de seis personas, nosotras estábamos en la parte de Dani. A un lado de la red estaban cinco chicas y un chico, y en nuestro lado estábamos Sara, Madi, Rebeca, Paula, una chica llamada Sonia y yo.
-¿Sabéis todas como va no? –preguntó Álvaro con la pelota.
-Sí –dijo una chica rubia del equipo contrario.
Atraje a Dani por el brazo ya que estaba al lado mía (Dentro de la piscina)
-Yo sé cómo va pero a la hora de jugar, soy malísima –confesé.
-No te preocupes si necesitas ayuda Álvaro o yo te echaremos una mano
El partido comenzó y yo solo hacía los saques, según Natalia los ponía muy bien, ella jugaba mejor de lo que pensaba, era buena.
-Que mala eres –me susurró Dani y me estremecí.
-Mucho –dije nerviosa.
-¿Ves esa pelota? – me preguntó.
-Pues claro tonto–respondí riendo.
-Le vas a dar –dijo.
-No –me alarmé.
-Sólo una vez –me dijo.
-Solo una –finalicé.
Dani se puso detrás de mí y puso sus brazos a ambos lados, cogió mis manos y las cerró en un puño, justo cuando la pelota venía para nosotros, le dimos y llegó hasta Álvaro, él se la devolvió a Maddi y así, me giré y lo miré a los ojos.
-¿Ha sido tan malo? –preguntó riendo.
-No –admití riendo- ha sido hasta divertido.
-Tienes unos ojos preciosos –me sonrió.
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My Camp Auryn (Dani Fernández)
De TodoLos sueños se pueden cumplir, y sí, puedes enamorarte de tu ídolo no como ídolo en sí, sino como persona. Él puede enamorarse de ti, ¿no te lo crees? ¡Deja que esta historia te lo demuestre en My Camp Auryn!