Al día siguiente me levanté de buen humor.
-¿Qué tal la noche? -preguntó Madison.
-¿Qué pasó anoche? -preguntó Leire llegando donde estábamos.
-Nada -dije sonrojada. Juntamos dos mesas de 5 personas y nos sentamos todos con los desayunos.
-¿Qué tal la noche Daniel? -preguntó Álvaro riendo.
-Bien -contestó seco.
-¿Hubo acción? -interrogó Leire. Maddie le dio un codazo y mi madre reía.
-Sí sí -dijo el ciudadrealeño.
-¡Danielo! -exclamé molesta. Él se levantó de golpe, estaba medio dormido.
-¿¡CÓMO!? -Preguntó el rubio de ojos verdes. Mi madre y el padre de Carlos se reían.
-¿¡Qué pasa!? -pregunto. Todos empezaron a reírse -Estoy dormido, ¿vale? anoche nos acostamos muy tarde.
-¿Lo admites? -preguntó Carlos asombrado. Álvaro estaba rojo, Blas y David llorando, y todo esto, a causa de la risa.
-Estuvimos contestando a auryners y mirando las fotos editadas que le hacían -hablé- no paso NADA más -entoné. Miré a Daniel, apenas podía mantener los ojos abiertos del cansancio.
-Cariño, tómate el café anda -le dije y él me sonrió. Bebió un sorbo y cerró los ojos fuertemente. Besé su mejilla y él se levantó. Unas auryners intentaban mantener la calma, ellas estaban detrás de Álvaro y Carlos, los cuales estaban en frente mía. Apenas habían tocado su desayuno desde que habíamos llegado.
-Voy a por una chaqueta, me está dando frío -dijo Dani pegando la silla a la mesa. Me levanté y le toqué la frente. Estaba destemplado.
-Estás destemplado -le dije. Él se encogió de hombros y cogió mi barbilla para darme un pico.
-Solo es el cambio de horario, no importa.
Dani desapareció por la puerta y me senté de nuevo.
-Se va a poner malo -dije suspirando- anoche seguramente cogió frío o algo.
-Como sigáis compartiendo saliva te pondrás mala tú -dijo Carlos arrugando la nariz. Una mirada mía bastó para que él agachara la cabeza y siguiera comiendo su magdalena de chocolate.
-Carlitos eres mi hermano, pero Dani es mi novio y tu cuñado y si tu puedes besar a Natalia, yo puedo besar a Dani. -acabé y sonreí.
-Uhhh eso ha tenido que doler -dijo Franchejo. Él había llegado hace relativamente poco. Pasaron quince minutos y sin rastro de Dani, tardaba mucho y solo iba a coger una chaqueta, ¿Dónde se a de haber metido?
-Voy a ver al rubio este -dije. Me puse la cazadora y sonreí a las chicas- por cierto, detrás tenéis una smiler, una sombrerita, una blueheart y ¿una pastelita? -pregunté y asintieron asombradas, les guiñé el ojo y los chicos se giraron para hablar con ellas. Crucé la puerta y escuché mi nombre, me giré y era la chica de la mesa.
-Hola Elena, soy Érica. ¿Podrías darle esto a Dani? Se que vas a verle, dile que lo quiero mucho y que se ponga bien pronto. -Ella sonrió tímida.
-Vente conmigo -susurré. Érica abrió la boca de par en par.
Entramos en el ascensor y miré la hora. 8:00am. Anduvimos hasta la habitación y abrí con la tarjeta.
-Quédate un momento aquí -ella asintió y entré.
Vi a Dani en la cama, corrí hacia él. Estaba tapado hasta la cintura y sin camiseta. Toqué su pecho y su frente, ambos estaban ardiendo. Me alarmé automáticamente.
-Daniel mírame -dije. Él no respondía-Érica entra -su cara cambió al verme mover a Dani- Baja corriendo al restaurante y dile a Magí que Dani está con una temperatura muy alta y no responde.
Unas cuantas lágrimas corrieron por sus mejillas. Me acerqué a ella y se las limpié.
-Él va a estar bien, pero tienes que baja a avisar a Magí para que suba, ¿Vale? Sino se pondrá peor.
La chica de aproximadamente 14 años salió pitando de la habitación y yo fui al baño, mojé una toalla con agua fría y se la puse en la frente, empecé a llorar de la impotencia. Las gotas descendieron desde su frente y él empezó a despertar.
-¿Qué pasa nena? -preguntó él.
-Joder, ¡Que susto me has dado maldita sea! -exclamé abrazándolo.
-Ven -se hizo a un lado y me metí en la cama con él. Daniel me abrazó y me tranquilicé. Algunas lágrimas seguían saliendo.
-¿CÓMO QUE NO DESPIERTA? ¿ÉSTE CHIQUILLO ME QUIERE MATAR O QUE? -Dijo Magí cabreado, abrió la puerta de un tirón y entró.
-Dani cariño -dijo mi madre al vernos. Se acercó y tocó su frente- sigue caliente.
-Normal -dijo Carlos moviendo las cejas. Leire le dio una colleja. Apoyamos la espalda en el cabecero de la cama.
-¡Cállate Carlos!, no es gracioso -exclamé. Mis ojos y mi nariz estaban rojos. Dani me tenía rodeada con su brazo izquierdo.
-Lo siento...
Las chicas se abrieron paso y vi a las auryners ahí, Dani me abrazó y besó mi cabeza.
-Ya está princesa, estoy bien, sigo a tu lado -acarició mi mejilla. Miró mis labios y le hice una señal a Álvaro, él, David, Carlos y Blas taparon los ojos a las fans. Nos dimos un tierno beso, aún seguía llorando.
-¿Y tu por que lloras? -le preguntó Blas a Érica secándole las lágrimas.
-Por el susto que nos ha dado el rubiales este, Elena estaba pálida.
-Anda ven aquí -le dijo el ojiazul sonriendo. La chica corrió a sus brazos y él la abrazó como si no quisiera soltarla nunca, como si le diera fuerzas. La fuerza de sus niñas.
Estuvimos un rato hablando y Magí decidió que saliéramos mejor a las once. Cuando llegó la hora cogimos las cosas y las bajamos al garaje. Nada más pisarlo Dani cayó desplomado en los brazos de Álvaro.
-Vámonos al hospital cagando leches -dije mientras abría la furgoneta.
Franchejo, los chicos, y mi madre fueron a la recepción para coger de nuevo las habitaciones una noche más. Mientras Magí le pisaba al acelerador para ir al hospital más cercano yo acariciaba el rostro de Dani.
-Dani -abofeteé nerviosa su mejilla.
En cuanto llegamos Magí entró al hospital y salieron unos enfermeros con una camilla, subieron a Dani y abracé a Magí mientras me echaba a llorar.
-Va a estar bien, te lo prometo -dijo él.
Los chicos vinieron y estuvimos como unas dos horas o así esperando, Magí decidió avisar a Warner y poner un tweet en twitter avisando de la cancelación del concierto y la firma en Alcalá.
"Dani ha tenido un pequeño desmayo y estamos a la espera de noticias en el hospital, en cuanto haya más noticias os avisaremos. De momento se cancela la firma y el concierto de Alcalá"
Una enfermera salió de la habitación 509, la de Dani. Todos nos pusimos en pie.
-¿Familiares de Daniel Fernández? -preguntó.
-Yo soy su mánager -dijo Magí.
-Yo soy su novia.
-Veréis...
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-Rocío <3
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My Camp Auryn (Dani Fernández)
RandomLos sueños se pueden cumplir, y sí, puedes enamorarte de tu ídolo no como ídolo en sí, sino como persona. Él puede enamorarse de ti, ¿no te lo crees? ¡Deja que esta historia te lo demuestre en My Camp Auryn!