My Camp Auryn (Dani Fernández)

Capítulo 11: "Fin de año, ¿Sin Dani?"

Meses después. 

-¿Cómo que no puedes venir mañana a la cena? -casi chillé por el teléfono.

-Lo siento mucho amor, de verdad que lo siento -dijo Daniel.

-Bueno, da igual -colgué.

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-¡Esto es increíble! Daniel no viene a cenar en Noche vieja por no se que problema -comenté a mi madre que estaba en ese momento en mi habitación. 

-Cariño le habrá surgido algo. -lo defendió mi madre.

-Lo se, se que estará con los chicos grabando algo o actuando pero me fastidia mamá, yo fui a Álcazar de San Juan en Nochebuena -puntualicé.

-Lo se cariño, lo se -sonrió. -esperemos que pueda venir por reyes. 

-Más le vale.

-Anda tira para la ducha y vístete que nos vamos en dos horas.

Cogí la ropa interior y me metí en el cuarto de baño. 

Media hora después salí y me sequé, me coloqué un conjunto de braga y sujetador de encaje. Caminé descalza hasta mi cuarto y entré secándome el pelo, abrí el armario y saqué mi vestido, los tacones y algunos adornos.

-No hace falta que te pongas nada -dijo una voz masculina, me cubrí con el vestido y abrí los ojos por la sorpresa.

-¿Qué haces tú aquí? -pregunté sorprendida.

-Sorpresa -gritó y me coloqué el vestido rápidamente. Me tiré en la cama y me subí sobre él para darle una buena bofetada.

-¿Y eso a que viene? -preguntó sobándose la mejilla y bajando su mano por mi espalda. 

-Por engañarme idiota -dije y me incliné sobre él para besarlo. 

-Yo también te quiero cariño -dijo burlón y me besó, su mano bajó desde los riñones hasta mi culo, la dejó ahí y seguimos besándonos. 

-Eh sube las manos -le dije y él rió mientras las ponía en la cama. Me levanté y me peiné el pelo, lo sequé y me hice la plancha. El vestido era beige con flores y un poco de encaje negro, además tenía una capa de gasa que caía desde debajo del pecho negra también, solo llevaba un tirante y la capa de gasa era abierta por delante. Unos tacones negros acompañaron el modelito. Me maquillé normal, la raya y poco más, esta vez me pinté con sombra de ojos beige en el párpado móvil. 

-Estás guapísima -me dijo Daniel rodeándome con sus brazos desde atrás. Él había ido a cambiarse al cuarto de baño. Llevaba unos vaqueros azules claro, una básica blanca con la bandera inglesa, una chaqueta de cuero negra y unas asics blancas. Su pelo estaba peinado con un tupé y su rubio natural se veía más claro esta noche, sus ojos azules desprendían ilusión y felicidad. 

-Un dios griego -le dije y él rió, cogió mi cara entre sus manos y me besó, mi padre entró en la habitación y nosotros nos separamos inmediatamente.

-Vengo a avisaros de que nos vamos -su semblante serio y tensado nos asustó. 

-Claro -dije. Cogí mi bolso y metí el móvil, revisé todo y entrelacé mi mano con la de Dani para irnos junto a mi padre, llegamos al coche y el viaje hasta casa de mi abuela fue corto, yo sin embargo quería que se alargara lo máximo posible. Estaba nerviosa, lo admito, esta parte de mi familia no es que admirara a Dani que digamos. 

-Tranquila -susurró el rubio en mi oído.

Me dio un pico y me relajé.

-¿Mejor? -preguntó, asentí. Los nervios me recorrían de arriba abajo, su mano acarició la mía mientras intentaba no pensar en lo que iba a pasar en apenas minutos.