Ten cuidado - Capítulo 6

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¡Buenos días Leonardo! ¡buen día señora Margoth! ¿cómo está? púes bien, ya despertó Abdiel ¿deseas ir a verlo? claro, voy a lavarme la cara e iré a verlo, perfecto mientras yo prepararé el desayuno...

MINUTOS MÁS TARDE...

Hey Abdiel! ¿puedo pasar? Leonardo!! ¿qué haces aquí? claro pasa, no hay bronca, me quedé a dormir, como vi que no estabas bien, rayos mi mamá no dijo nada, no importa Abdiel, aquí lo importante es tu salud y bienestar, no exageres Leonardo, la verdad si me porté muy mal, pero me preocupé mucho por Enrique y Sabrina, deja eso en manos de la policía amigo, por ahora quedate aquí tranquilo; ayer no tuvimos clases, así que no tienes que preocuparte por esa parte, sí mi mamá me avisó... chicos aquí les traigo el desayuno, Oh gracias mamá no te hubieses molestado , no hay de que cariño, señora Margoth es usted muy dulce, gracias por tanta amabilidad, gracias a ti por acompañar a mi hijo, bien chicos los dejo solos...
Abdiel y Leonardo, comieron a gusto ambos, mientras conversaban sobre súper héroes y cosas de jóvenes, esto lo hacía Leonardo para entretener a su amigo en otras cosas.

POR OTRO PARTE...

¿Todos están bien? Sí Martina, todos estamos bien, Abdiel no pudo venir, aún sigue delicado con lo de su exaltación, comprendo ¿y Leo? hace poco me escribió en Facebook que está con Abdiel y ya está mucho mejor, esas son buenas noticias, entonces significa que aquí sólo somos cuatro, Viviana, Zulma, Tomás y yo, los reuní para debatir sobre la desaparición de Sabrina y Enrique, ¿y eso qué? todos aquí sabemos que no es la primera vez que ellos hacen eso, recuerda son los más rebeldes del grupo, sí Tomás tiene mucha razón, lo sé de eso no tengo duda, pero esto que está pasando encaja con el mensaje de aquel día, y de nuevo con lo mismo, Zulma no hay que evadir lo que es obvio, esos ocho podríamos ser nosotros y ya van desaparecidos dos, osea que quedamos seis sobrevivientes, tres chicas y tres chicos, ¿a qué quieres llegar? Tomás, el asesino tiene algo contra nosotros y tiene que ser alguien cercano a nosotros, alguien que nos vea a diario, sí ahora todo tiene sentido Martina, piensas ¿en alguien en especial? claro que sí, hay dos candidatos uno es Rafael y el otro el profesor de Inglés, jajaja no me hagas reír Martina, Rafael no mataría a ni una mosca, nunca se defendió cuando nosotros lo atacamos es tan cobarde el pobre, uno nunca sabe Tomás, ¿y tú qué dices Viviana te veo muy callada? nada en teoría, pero tengo más fe en que nuestro ejecutor sea el profesor de Inglés, el señor Manuel, será que sí, yo estoy de acuerdo con Viviana, Rafael no nos haría daño, es muy sapo, pero de peligroso no tiene nada, Zulma te entiendo, pero no por eso debemos dejar de sospechar de Rafael...
El grupo de chicos siguió discutiendo sobre el tema, cada uno tenía una opinión diferente, la encargada de dirigir el grupo era Martina, quién se encontraba al mando debido a la ausencia de Enrique y Sabrina, pasaron aproximadamente dos horas, hasta que...
Como veredicto final chicos, hay que cuidarnos entre nosotros, nunca se separen y traten de no andar solos, por ahora vigilen a Rafael y al profesor Manuel, son nuestros objetivos desde luego, informen de esto a Leonardo y Abdiel, dicho esto podemos volver a casa y nos encontramos el lunes en el Instituto...
Los chicos se despidieron y se marcharon en grupos de dos, teniendo en cuenta lo que habían dicho de cuidarse unos a otros.

EN CASA DE ABDIEL...

Gracias por venir Leonardo, me gustaría recibir más seguido tu visita, no hay de que viejo, sabes que eres mi mejor amigo y te apoyaré siempre que pueda hermano; jajaja y pensar que eres unos meses menor que yo, y terminaste cuidandome, eso no tiene nada que ver Abdiel, en fin hasta pronto Abdiel ojalá y puedas ir el lunes viejo, sino no podremos molestar al Rafael jajaja, vale te cuidas por el camino, de eso no hay duda, si me sale alguien le daré su paliza...
Así se despidieron Abdiel y Leonardo, de manera agradable, dos mejores amigos que prometieron cuidarse hasta la muerte...

EN ALGUNA PARTE DEL MUNDO...

Oye Rafael, mañana viene Benjamín y se quedará hasta el día siguiente, espero y no te moleste hermano, jaja ¿por qué me voy a molestar? no lo sé, Benjamín habla mucho y a ti no te gusta hablar mucho, que va Benjamín es agradable sólo que no sé de qué hablar con él jajaja, no seas tonto hermano, él habla de lo que sea, hermano iré por unas cosas al supermercado, vuelvo enseguida, no salgas de casa, okay, okay hermana.
Coroline sube al auto y se despide de su hermano, mientras que Rafael entra a su casa a esperar a su hermano...

CERCA DE LA CASA DE ABDIEL...

¡Demonios! dejé mi celular en casa de Abdiel, tendré que volver a buscarlo, mañana necesito usarlo en el entrenamiento, rayos y con lo lejos que está su casa de la parada, mejor hubiese aceptado que la señora Margoth me trajera hasta la parada, en fin volveré por el celular...
En lo que va Leonardo caminando se percata que hay una persona en silla de ruedas a orillas de la calle, la persona se encuentra buscando hacia todos lados con una mirada muy triste, así que decide ir a hablarle.
¿Señor se encuentra bien? no me digas señor jovencito, dime Rafael, ¿Rafael? sí ese es mi nombre, mi sobrina me vino acompañar y no ha vuelto, ellos no me quieren, siempre pasa lo mismo, me dejan tirado por la calle como si no valiera nada para ellos, eso es muy malo si desea puedo llevarlo hasta su casa, no joven no me tenga lástima, no es lástima señor sólo quiero ayudarle, ¿seguro joven? ¿cuál es su nombre? o si me llamo Leonardo, nombre muy largo joven, le diré Leo, mira Leo es ese camino de allá por el que yo vivo, ¿por allá? sí cuando me jubilé compré estos terrenos, son muy frescos y agradables, sus bosques me dan paz y tranquilidad, lo comprendo señor, entonces iré acompañarlo hasta su casa... gracias joven cuando lleguemos a mi casa lo trataré muy bien, si desea se puede dar un baño en la piscina de mi casa, jaja no se preocupe tengo que salir temprano a mi casa, no creo que pueda volver a su casa, perdón ¿cómo dijo? me refiero a que una vez que vea la piscina no querrá dejar de darse un baño, jajaja no sé nadar muy bien señor, ya aprenderás...
Mientras seguían conversando, Leonardo y el señor se alejaban más y más de la calle principal, donde se dirigían sólo se veían árboles y más árboles, situación que empezó a incomodar un poco a Leonardo. Mientras Leonardo llevaba al señor en su silla de ruedas, este le dijo...
Joven puedes ayudarme con esto de aquí, no lo puedo sacar, me duele mucho la espalda, son mis medicinas de la presión, claro que puedo ayudarle, digame cuál es la medicina que usted usa, es la de color rojo...
Mientras Leonardo se inclina, el anciano pone su mano sobre la parte trasera de la cabeza de Leo y con su otra mano le pone un pañuelo blanco sobre la nariz y parte de la cara, Leonardo al darse cuenta de tal acto, intenta safarse, pero el anciano logra dejarlo inconsciente.
Sigues igual de blando Leonardo, a pesar de ser un bravucón, tienes buen corazón, lástima que en mi presencia nunca pudiste demostrarlo.

HORAS MÁS TARDE...

Sorpresa Leonardo, ya llegamos a casa y mira esta es la piscina que te había prometido jovencito jajaja.
Leonardo se encontraba atado en la misma silla de rueda en la que había cargado a aquel anciano, sin embargo, lo que sus ojos veían no era un anciano, sino un joven hombre encapuchado que se le hacía familiar, Leonardo tratando de gritar para salvarse, no podía debido a que tenía la boca tapada....

Capítulo actualizado. La verdad me esmeró en cada palabra que escribo. La historia aún continúa.
¡Saludos colegas de Wattpad!

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